La Corte Suprema dejó en acuerdo el recurso interpuesto por la defensa del machi Celestino Córdova, que busca cumplir parte de su condena en su rewe en medio de la pandemia por COVID-19.
Córdova pretende cambiar su pena de 18 años de cárcel a arresto domiciliario a la que fue condenado por el homicidio del matrimonio Luchsinger Mackay, quienes murieron calcinados tras un ataque incendiario en enero de 2013 a su domicilio ubicado en el fundo Granja Lumahue, Vilcún.
De esta forma la Segunda Sala de la Corte Suprema deberá informar en las próximas 24 horas la resolución sobre los alegatos de la Defensoría Penal Pública de La Araucanía, que busca revertir la determinación que tomó el Juzgado de Garantía de Temuco y la Corte de Apelaciones de la misma ciudad.
Huelga de hambre
El machi Celestino Córdova lleva más de 100 días en huelga de hambre y enfrenta un complicado estado de salud por su petición de que se respete el Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, que afirma que "deberá darse la preferencia a tipos de sanción distintos del encarcelamiento (a los miembros de pueblos originarios)".
Los representantes del machi sostuvieron la semana pasada una reunión con el ministro de Justicia Hernán Larraín, quien la calificó de una “muy buena conversación”, sin embargo, esto no ayudó a que Córdova desistiera de la huelga de hambre.
Durante este martes se difundió un audio del machi en el que se refiere a la posibilidad de morir, en su huelga de hambre cuya petición no ha sido solucionada.
“Lamento mucho que tenga que entregarle mis últimos mensajes, dentro de mis últimos días que me quedan para mi sacrificio en forma definitiva por lo que para mí será un orgullo dar la vida por mi pueblo Mapuche, por nuestra creencia espiritual que es sagrado por sobre todas las cosas, por lo que nunca se debe renunciar”, dice Córdova.
“Hasta mi último día le recordaré al Estado de Chile que no conforme con masacrar a nuestros antepasados, no conforme con el empobrecimiento espiritual, cultural, socioeconómicamente, en forma forzado cruelmente a nuestro pueblo Nación mapuche, desde la llegada de la invasión, en tiempo actual, desde enero de 2013 el Estado chileno a través de su institución policial me despojó de mi rewe, de mi familia, de mi comunidad, de mi territorio, de todos mis pacientes que les brindaba vida y salud, siendo una autoridad espiritual mapuche”, denunció.
“Solo espero que al Estado de Chile le sigan exigiendo de todas las formas de devolver nuestro territorio ancestral mapuche y toda deuda histórica con todos los pueblos originarios y exigir no realizarme autopsia después de mi muerte.
Chaltumay, muchas gracias””, agregó.