Aunque el coronavirus y la consiguiente suspensión de clases presenciales en colegios e institutos ha cambiado los escenarios de la convivencia escolar, los catálogos del buen y sano comportamiento no se han relajado.

De acuerdo a El Mercurio, son varios los recintos que han entregado sus manuales a la comunidad y regulado sus normas para adaptarlas a la realidad "virtual".

El colegio Chuquicamata de Calama, por ejemplo, publicó en su página web un protocolo que incluye un apartado de vestimenta adecuada. Según el escrito, deben evitarse "pijamas, disfraces u otras tenidas que puedan alterar la debida atención de los demás".

Una advertencia que en otras circunstancias podría parecer insólita, pero que en la actualidad toma aún más fuerza. 

El colegio Patricio Lynch de Valparaíso, por su parte, decretó que sus alumnos no pueden utilizar ni máscaras ni pañoletas ni lentes de sol ni objetos brillantes. Ningún accesorio que evite la correcta identificación de su rostro durante las clases vía internet.

Asimismo, las instituciones se han mostrado igual de firmes contra el manotaje escolar a como si los portones del colegio estuviesen abiertos. 

El colegio Saint George's informó que funas, acosos o intimidaciones desde la web serían sancionadas de la misma forma a que si ocurriesen en persona.

Algunos apuntan a que las clases no deben difundirse y que el uso de WhatsApp solo puede utilizarse para trabajos grupales y con dos adultos, en el caso del colegio San Ignacio El Bosque.

El Ministerio de Educación, además, instó a que los recintos educacionales expliquen de manera clara las herramientas que se utilizarán y con qué finalidad.

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