Una medición de la Sociedad de Medicina Intensiva (Sochimi) mostró que el agotamiento emocional extremo del personal UCI llega al 87% tras diez meses de pandemia en Chile.
El estrés laboral en los trabajadores de la salud aumentó en los últimos seis meses. En julio, el llamado Síndrome de Burnout ya afectaba al 73%.
"Es una respuesta a un estrés crónico en profesionales que dan algún tipo de apoyo a personas, como en las áreas de salud o educación. Se le conoce como ‘trabajador quemado’, por el muy elevado desgaste emocional que implica", dijo a La Tercera León Ortiz, psicólogo y académico de la U. San Sebastián.
Las encuestas han sido aplicadas a 1960 médicos, enfermeros, profesionales y técnicos de las unidades de más alta complejidad.
Entre los datos más relevantes se encontró que el 81% sufre un cansancio emocional catalogado como "alto". En julio solo era del 60%.
Además, el 61% estaría sufriendo de "despersonalización" —debido a su sintomatología compatible—, condición referida a indiferencia o actitudes negativas hacia el trabajo y su entorno. La última medición indicaba solamente un 31%.
Los resultados son "extremadamente preocupantes", expresó Darwin Acuña, presidente de la Sochimi, al medio citado anteriormente.
"Es un alto número de personas con un estrés importante y eso, obviamente, puede tener repercusiones en el trabajo que realizan", señaló.
El 78,7% de los trabajadores de las UCI encuestados tiene preocupación por su salud mental. El 23% ha recibido atención de algún tipo.