El gobierno anunció la cancelación de la APEC y la COP25, cumbres que se realizarían en Chile durante los meses de noviembre y diciembre, respectivamente.

Sebastián Piñera dijo que "como Presidente de todos los chilenos debo siempre poner los problemas, los interés de los chilenos, sus necesidades, sus anhelos y sus esperanzas primeros en la fila". Posteriormente, el canciller Teodoro Rivera aseguró que nuestro país podía garantizar la seguridad de los eventos, pero que todo se debía a una "señal política".

En ese sentido, Greenpeace calificó como "un enorme fracaso" la cancelación de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019.

"Hemos perdido una oportunidad única para la historia del país. Se trataba del evento que asumiría los compromisos y desafíos de la emergencia climática que enfrenta el mundo y de manera especial Chile, en una decisión que fue tomada a puertas cerradas y sin atender lo que las organizaciones civiles le traspasamos al gobierno", expresó Matías Asún, el director nacional de la ONG ambientalista.

Y agregó: "El anuncio hecho por el Presidente es todavía más complejo si consideramos que desde la Sociedad Civil por la Acción Climática, que agrupa a más de 150 organizaciones en Chile y de la cual Greenpeace en Chile es miembro, habíamos manifestado al gobierno la importancia para Chile de realizar la COP en un marco de seguridad, protección de los Derechos Humanos y libre expresión".

Por consiguiente, desde la ONG señalan que esta cancelación "no puede ser sinónimo de despreocupación por la grave emergencia climática que vive el país".

"Por el contrario, se debe reforzar la necesidad de ubicar los temas medioambientales entre las prioridades del gobierno", añadió.

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