Entre polémicas y votaciones se completó una semana de funcionamiento de la Convención Constitucional, el órgano a cargo de escribir una nueva Constitución para Chile, y cuya primero sesión se registró el pasado domingo.

La nueva corporación, que aún siquiera cuenta con un reglamento propio para funcionar, no pudo trabajar el lunes porque no estaban dadas las condiciones técnicas ni sanitarias en el Ex Congreso Nacional, que recién pudo recibir a los constituyentes el miércoles.

La mesa directiva, integrada de momento por la presidenta, Elisa Loncon, y el vicepresidente, Jaime Bassa, determinó que este viernes y el próximo lunes la Convención Constitucional no sesionaría por un tema administrativo, y con el objetivo de preparar lugares donde se seguirá sesionando.

Esto no fue bien recibido por todos los constituyentes e incluso desde la UDI, el representante de la región del Ñuble, Martín Arrau, le envió una solicitud a la mesa directiva para establecer un horario de trabajo de 45 horas semanales para la Convención Constitucional.  

“Solicito a Ud que se someta a consideración del pleno la implementación de un horario de trabajo de 45 horas semanales, de lunes a viernes, al igual que el resto de los trabajadores de nuestro país”, dice el documento.

 

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