María Inés Contreras de 68 años viajó a Cancún junto a su familia de vacaciones cuando sufrió una lesión en una de sus piernas, la que derivó en la amputación de ésta y posteriormente en su muerte tras un agravamiento en su estado de salud.
Fabián Valderrama, su hijo, explicó a Bienvenidos —la semana pasada— que su madre se hirió la canilla y con el pasar de los días su pierna se hinchó provocándole un dolor intenso en el área afectada.
"Nos fuimos a la clínica. Mi madre estaba con mucho dolor, la vio un traumatólogo y dice que 'parece ser una simple contusión o un esguince de tobillo, vamos a hacerle una férula y sacar radiografías' (...) Ya en la madrugada mi madre despertó con un dolor insoportable".
Los hijos de Contreras la llevaron nuevamente a un recinto asistencial donde le explican que deben amputar su pierna para evitar que la infección se siga expandiendo. Sin embargo, tras la intervención su estado de salud empeoró y falleció el pasado domingo.
En relación al caso, la infectóloga de la Clínica Universidad de Los Andes, María Luz Endeiza, explicó a La Tercera que siempre existe la posibilidad de una infección por microorganismos como bacterias y hongos, a pesar que la herida sea superficial.
"Siempre se recomienda, en personas que están con yeso o algún aparato inmovilizador por fractura o esguince, revisar muy bien la zona a cubrir, que no haya lesiones en la piel o que el mismo yeso no roce la piel y pueda causar una herida", señaló.
Junto con eso Endeiza explicó que "si esa lesión se infecta por bacterias, en dos o tres días puede agravarse la salud de ese paciente".