Los nuevos buses del sistema Red (ex Transantiago), en promedio, superan los 12 metros de largo y con esas dimensiones, los espejos retrovisores laterales cubren solo una parte de la visión del conductor.
El mayor problema y riesgo queda con los puntos ciegos, donde el chofer no puede ver a objetos o ciclistas sin ayuda tecnológica como sensores de proximidad o cámaras.
Justamente, esos elementos no habrían funcionado en la máquina que este lunes atropelló y dio muerte a una mujer en la comuna de Las Condes.
Al menos eso es lo que denuncian choferes y dirigentes de sindicatos de conductores del transporte público.
"La pintaron bonita, dijeron que los sensores iban a funcionar al pie del cañón, al día, pero no está pasando eso", acusó Exequiel Venegas, presidente del sindicato Elías Lafertte de la concesionaria RBU.
"La empresa no hace mantención y nos da como respuesta que no pueden abrir máquinas o arreglarlas por la garantía", añadió.
Desde RBU no quisieron referirse al tema, dado que existe una investigación en curso.
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