El 19 de agosto, la vocera de gobierno, Cecilia Pérez, señaló que la acusación constitucional que pretendía impulsar el Partido Socialista contra la ministra de Educación, Marcela Cubillos, era en realidad para “ocultar lo que todos los chilenos queremos saber: qué relación tiene el PS con el narcotráfico”.
Las palabras de la vocera se transformaron rápidamente en un profundo conflicto entre los socialistas y La Moneda, quienes señalaron que las declaraciones de Pérez eran calumniosas, iniciando un bloqueo parlamentario, impidiendo a subsecretarios y asesores entrar a las comisiones del Congreso.
Cecilia Pérez se refirió al conflicto que ya cumple dos semanas en una entrevista con El Mercurio, donde explicó que :“No creemos que el PS ni toda su militancia tengan un vínculo institucional con el narcotráfico, sin perjuicio de que los hechos de San Ramón son muy graves, deben ser esclarecidos en su totalidad”.
Con respecto a la medida que tomaron en el Partido Socialista de impedir la entrada a asesores y subsecretarías a comisiones, Pérez cree que “en el PS se pueden molestar, criticar, presentar denuncias, pero no pueden cerrar las puertas del Congreso” y agregó que “la calidad de vida de los chilenos no puede verse dañada porque a un partido no le gustó una declaración”.
Al ser consultada sobre si se arrepiente de sus declaraciones, la ministra indicó que “lo que señalé nunca ha tenido relación con implicar al PS como institución, o a todos sus militantes, en la eventual vinculación con el narcotráfico”.
La ministra señaló que espera, que la próxima semana, cuando se reanude la actividad legislativa en el Congreso “prime la racionalidad”.