La Fiscalía Regional del Biobío realizó, este martes, su cuenta pública, que estuvo centrada en el caso del pequeño Tomás Bravo, el pequeño niño que estuvo desaparecido por una semana en febrero de 2021 y luego fue encontrado muerto cerca del lugar donde se le había visto por última vez, en la provincia de Arauco.

La fiscal regional Marcela Cartagena estuvo a cargo de hablar sobre el caso, que tuvo como imputado a un tío abuelo del menor, Jorge Escobar, a quien incluso se le realizaron diversos exámenes biológicos para ver si estaba relacionado con la muerte del menor, pero fue dejado en libertad por falta de pruebas.

Cartagena reconoció errores, aseguró que hubo un “mea culpa” por parte de la fiscalía, aunque también emplazó a las otras instituciones que cometieron errores en la investigación para abrirse a mejorar.

“El mea culpa está hecho. En cuanto a lo que nosotros tengamos que arreglar, vamos a tener la mano firme y vamos a buscar soluciones. En cuanto a lo que otra instituciones tengan que arreglar, nosotros le vamos a proponer cómo podrían mejorar, pero nosotros no le podemos imponer esa mejora”, dijo Cartagena.

“Le vamos a proponer esas mejoras al sistema para que nunca más esto nos vuelva a pasar. Ese es el afán, ese es el interés que tenemos, no ponernos sobre otras instituciones”, añadió.

La representante del Ministerio Público en la región explicó que actualmente hay seis pericias en desarrollo, que podrían ayudar a que la investigación avance, aunque reconoció la dificultad que tiene y lo rigurosos que tendrán que ser.

“Hoy podemos decir que se encuentran en desarrollo, dentro y fuera de Chile, en sedes policiales, servicios públicos y universitarias, seis pericias científicas, que por mandato legal y criterios estratégicos, no podemos detallar. El desarrollo de algunas de ellas obligará a decretar otras, siempre en el afán de agotar todos los medios, que nos permitirán acercarnos a una verdad respecto del delito cometido y de su autor o autores”, comentó.

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