Un estudio realizado por el Sistema de Información de Educación Superior del Mineduc reportó que casi la mitad de las universidades chilenas registran un nivel de deserción de estudiantes de primer año por sobre el promedio de los planteles.

Asimismo, se dio a conocer que el 21,1% de los estudiantes de 58 universidades públicas y privadas abandonaron la carrera en el primer año en 2016. Del total de las instituciones, 28 presentan un nivel de deserción superior a la media.

“Por lo general estas universidades son de menor desempeño y las tasas de deserción se pueden entender porque ingresan estudiantes más vulnerables, los que muchas veces tienen que irse para trabajar o muchos de ellos quieren irse a algunas instituciones de mayor prestigio”, comentó a La Tercera el investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, Juan Pablo Valenzuela.

Las universidades con menor porcentaje de deserción son la U. de Los Andes con un 11,3%, la U. Autónoma de Chile con un 12,6% y la U. Católica del Maule con un 12,9%.

Al contrario, las universidades con mayor porcentaje de deserción son la de UCINF con un 93,9%, la Arcis con un 61,8% y la SEK con un 55,4%.

Las cifras se explicarían porque se trata de instituciones que -en el caso de UCINF y Arcis- van a cerrar. Sin embargo, "al referirnos al porcentaje promedio nos damos cuenta de que no tiene cambios significativos", explicó el académico de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner.

Además, aclaró que podría tratarse de jóvenes con menores recursos y una trayectoria escolar más débil, lo que "demuestra que (las universidades) tienen una mayor dificultad para retener a sus alumnos".

Al respecto, el director del Centro para la Transformación Educativa de la U. Católica, Ernesto Treviño informó que se debe a que las instituciones "no cuentan con programas de apoyo para sus estudiantes, ni con planes de seguimiento académico".

Otro factor que es importante considerar es la acreditación, puesto que las entidades acreditadas muestran porcentajes más bajos de deserción, mientras que las que no están acreditadas son las que registran mayores niveles.

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