Este 2021, el concurso Santiago en 100 Palabras cumple 20 años. En este contexto, Carmen García, directora de Fundación Plagio, que presenta el concurso de cuentos breves, conversó con T13 sobre los temas de los relatos y el perfil de quienes participan año a año.
-Dos décadas lleva Santiago en 100 Palabras, ¿Cómo se originó el concurso?
El concurso nació en el año 2001 de la mano de revista Plagio. Éramos en esa época estudiantes universitarios que creamos esta revista interdisciplinaria de creación artística. Fue a partir de ese germen que nace la idea de hacer un proyecto ciudadano, que convocara masivamente a crear. Así nace nuestra primera versión de Santiago en 100 Palabras.
Resultó ser una sorpresa absoluta porque nuestra expectativa la primera vez eran 300 relatos y llegaron casi 3.000, lo que fue bastante impactante y el botón de muestra de lo que iba a ser el crecimiento del concurso a lo largo de todos estos años, que se ha transformado en una iniciativa bastante única de participación ciudadana. En estos años llevamos casi un millón de cuentos recibidos.
Yo estudiaba sociología en esa época. Siempre si vinculada a la literatura. La idea era llevar lo literario a la ciudad. Ahí se mezclaban las dos disciplinas, la sociología y lo literario. El llamado fue de la mano de Metro en esa época a escribir sobre nuestro entorno, sobre la vida en la ciudad. En el fondo, todo relato es válido, todo relato es legítimo. Tampoco es necesario ser escritor para hacerlo, porque al final son las experiencias propias que tiene uno en la vida en la ciudad.
¿En qué aspectos se fijan para seleccionar los cuentos ganadores?
Lo básico es que estén dentro de base, que los cuentos tengan menos de 100 palabras, que sean originales. Una vez que se pasan esos filtros, que tengan como tema la vida en la ciudad. Igual eso se entiende de manera bastante amplia. Abarca la ficción y también espacios íntimos sobre todo ahora con la pandemia donde la ciudad fue un poco abandonada por nosotros y nos recluimos en los espacios más íntimos. Eso también es reflejo de la vida en la ciudad.
Finalmente, el criterio más importante es la originalidad, que sea un relato creativo, que no resuene demasiado a otros formatos anteriores. A veces pasa que la gente lee los cuentos anteriores y más o menos crea algo con el tono, que es algo que el jurado lo ve.
¿Cómo se conforma el jurado y cuál fue el cuento ganador este año?
El jurado este año estuvo compuesto por el escritor Alejandro Zambra, la escritora mexicana Margo Glantz, que es nuestra primera experiencia con un jurado internacional. Juanita Parra, también nos interesaba tenerla porque ella representa otro tipo de sensibilidad.
Yo creo que los cuentos que ganaron son súper buenos cuentos. El primer lugar es un cuento muy literario porque no se agota en una primera lectura. Es muy simbólico. Cada vez que uno lo lee descubre nuevas capas. El título es ‘Sombra de Perro’.
El cuento "Sombra de Perro" y los otros finalistas están disponibles en este enlace
¿Cómo influyó el estallido social y la pandemia de coronavirus en el desarrollo del concurso?
El concurso durante los 20 años que lo llevamos haciendo en Santiago ha sido clave para conocer el pulso de la ciudad. Cada año se levantan los temas que preocupan a la ciudadanía. En ese sentido, tanto el estallido como el Covid no fueron la excepción. Se deja entrever todavía la presencia del estallido. De hecho, el premio al talento breve hace referencia al estallido social. También hay un cuento sobre los nuevo habitares de la pandemia.
Con eso queda súper claro que el concurso es eso. Una radiografía de lo que le pasa a la ciudadanía año a año.