La Unidad  de Delitos Económicos y Corrupción de la Fiscalía de Tarapacá ordenó la detención de una banda delictual en la que participaban siete funcionarios de Carabineros y cuatro ex funcionarios de la institución, quienes se dedicaban a requisar especies que se intentaban ingresar de manera ilegal al país, y venderlas por su cuenta en el norte.

En la detención que incluyó también a civiles, completando 22 personas, participó la Brigada de Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de la Policía de Investigaciones (PDI) de Iquique, que estaba investigando los hechos desde hace más de dos años.

El delito consistía en hacer robos con intimidación, específicamente de cigarrillos, a ciudadanos principalmente extranjeros que lo intentaban ingresar ilegalmente al país, pero le eran requisados.

La “quitada” o “mexicana”, como es comúnmente llamada era aplicada para luego distribuir los cigarrillos a nivel local, en las comunas de Alto Hospicio, Iquique.

Según explicó el fiscal de Tarapacá Eduardo Ríos, también había una segunda rama de la organización, que aceptaba dinero por parte de civiles que intentaban para el cargamento ilegal, a quienes se les permitía continuar su tránsito hacia Iquique y Alto Hospicio.

Los sobornos recibidos variaban, según el fiscal, entre 20 mil a un millón de pesos.

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