En febrero de este año, Camila Polizzi debutó en la plataforma de venta de contenido para adultos Arsmate.

Fue a fines del 2023, cuando el Juzgado de Garantía de Concepción decretó arresto domiciliario total y arraigo nacional en su contra tras ser acusada de estafa, uso malicioso de instrumento público falso y lavado de activos en el denominado Caso Lencería.

“Mantengo firme mi inocencia. Mi situación judicial es el de una  persona que está siendo investigada de la comisión de eventuales delitos”, declaró Camila Polizzi a Las Últimas Noticias.

Camila Polizzi y su llegada a Arsmate

Sobre la venta de contenidos en Arsmate, la ex candidata a diputada aclaró: “Yo no he sido condenada, estoy cumpliendo una medida cautelar y mientras me mantenga en mi domicilio, no se me prohíbe trabajar. Bastante lucraron otros con mi imagen antes, pero solo se cuestiona cuando yo decido hacer uso de ella”.

Dentro de sus razones, Polizzi mencionó que buscaba “generar ingresos, sin duda, fue un detonante. No tenía trabajo, sumado a las medidas intrusivas asociadas a estos procesos, allanamientos, retenciones bancarias, etcétera; dicho en buen chileno ‘me dejaron en pelotas’ y yo ante todo soy la sostenedora de mi hogar”.

“Decidí que era una buena forma de canalizar mi energía y generar ingresos haciendo algo que realmente disfruto, que es crear, producir contenidos y personajes que conecten con un público determinado”, aclaró.

Ante esto, Polizzi manifestó que “la plataforma me ofreció esa oportunidad, decidí ingresar a Arsmate porque era chilena, me parece cercana y así fue, el trato es directo, el pago es rápido y ofrece un servicio muy integral”.

“Superó mis expectativas (…) desde el principio, mi objetivo ha sido crear algo diferente, inspirado en el cine y el arte y creo que ese esfuerzo ha sido reconocido”, explicó.

Con respecto a la visibilidad que pudo entregar el Caso Lencería a su cuenta de Arsmate, Polizzi reflexionó que “la tranquilidad, la libertad, no tienen precio y no se compensan por mucha notoriedad pública. Fui condenada públicamente sin que se respetara mi derecho a presunción de inocencia, el daño causado es irreparable”.

De todas maneras, concluyó: “Siento que algunas personas no solo me ven más empoderada, sino que también como alguien que ha sabido reinventarse y encontrar nuevas formas de salir adelante”.

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