Según la última encuesta Cadem publicada este lunes, el movimiento estudiantil refleja un debilitamiento frente a la opinión pública.

De acuerdo al sondeo, sólo el 46% está de acuerdo con las movilizaciones de los estudiantes, mientras que un 50% está en desacuerdo. Una cifra que contrasta con la del mismo movimiento en 2011, donde por ejemplo la encuesta Adimark de agosto de ese año le arrojaba un 76% de aprobación.


En ese sentido, un 42% de los encuestados por Cadem cree que el movimiento se ha debilitado en el último tiempo. Un 38% su fuerza se mantiene igual y un 17% sostiene que está fortalecido.

 

Daños generados en tomas

En el plano de las marchas, un 61% rechaza que los recorridos sean por la Alameda y un 75% está en desacuerdo con las tomas de los colegios.

Un contundente 76%, en tanto, se manifiesta a favor de que los padres paguen los daños causados por menores de edad durante las tomas. Dato que cobra relevancia luego de que la Intendencia haya iniciado una ofensiva para que los apoderados del INBA costeen los $500 millones en daños que dejó la toma que hicieron sus alumnos.

Siete de cada 10 personas consideran que los dirigentes estudiantiles han perdido el control de las movilizaciones, y un 67% afirma estar en desacuerdo con que se hagan nuevos llamados a tomas y marchas.

Pese a esto, los principales voceros estudiantiles (Confech y Cones) se reunieron en la Intendencia Metropolitana para solicitar el permiso de una nueva movilización, el próximo 23 de junio.

Además se anunció que la marcha se realizaría en Providencia. El nuevo recorrido contempla iniciar en Plaza Italia y continuar hacia el oriente por Andrés Bello para finalizar a la altura del metro Manuel Montt.

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