En septiembre del 2016, Pedro Sepúlveda y Nolberto Díaz, solicitaron al Tribunal Electoral que se anularan las últimas elecciones de la CUT argumentando que habían alteraciones en el padrón electoral, pérdida de cajas con material para los sufragios y votantes que no estaban habilitados.
A menos de un año, la presidenta de la Central asumió, mediante un documento presentado al Tribunal, que si existieron las irregularidades que y señaló que "vengo en allanarme de las impugnaciones interpuestas en estos autos por compartir las alegaciones de los demandantes en cuando a la nulidad de la elección realizada con fecha 26 de agosto de 2016 y, por ende, la necesidad de efectuar nueva elección de Consejo Directivo para la CUT”.
En el texto, contenido en La Tercera, la titular de la multigremial asegura que “no existe, por tanto, controversia alguna que deba dilucidar vuestro Tribunal, razón por la cual, solicito respetuosamente dictar sentencia sin más trámite, declarándose la nulidad de la elección desarrollada el 26 de agosto de 2016”.
Al respecto se refirió Andrés Giordano, que lidera el movimiento al interior de la Central llamado "A recuperar la CUT", y para quien la acción de Figueroa "sólo persigue el propósito de acelerar el pronunciamiento del Tribunal Electoral y con ello poder llevar a cabo elecciones que validen o legitimen precisamente la misma directiva que está siendo cuestionada en el Tribunal”.
Estas impugnaciones provocaron que se estableciera una directiva transitoria liderada por Bárbara Figueroa y uno de los denunciantes, Nolberto Díaz, que actualmente ocupa el cargo de secretario general de la Central.