Tras dar a conocer detalles de la estrategia chilena frente a la demanda conta Bolivia por las aguas del río Silala, la Presidenta Michelle Bachelet se refirió a los hechos de violencia que terminaron con una imagen de Cristo destruida en la iglesia de La Gratitud Nacional, en Santiago Centro.
"Chile ha sido un país de respeto a los distintos credos y los hechos de violencia son absolutamente inaceptables", recordó la mandataria.
En esa línea, Bachelet planteó que "no vamos a aceptar que se vulnere el derecho, que se ofenda a las creencias de los demás".
"No tienen nada que ver manifestar ideas de la educación con los hechos de vandalimos que hemos visto ayer. Por eso los repudiamos completamente", enfatizó.
Querella del gobierno
Por su parte, el subsecretario del Interior Mahmud Aleuy confirmó que el Gobierno presentó –a través de la Intendencia Metropolitana- una querella por los delitos de “daños a un monumento nacional” y por todos aquellos que logren establecerse durante el curso de la investigación.
Aleuy condenó nuevamente el saqueo de la iglesia: “Como gobierno vamos a seguir el proceso judicial y haremos exigible que, una vez identificados quienes hicieron los destrozos en la vía pública, sus padres se hagan responsables de los costos económicos que representen”.
