Tras varios meses de trabajos, astrónomos chilenos, liderados por un joven de 25 años, dieron con un candidato a planeta Gigante Caliente de Gas, emplazado a 443 años luz de la Tierra y que es cinco veces más grande que Júpiter, el cual gira alrededor de la protoestrella Elias 24, bautizada así en honor al astrónomo estadounidense Jonathan Elias.
"Observamos una zona de formación planetaria muy jóven, lo hicimos sumando observaciones previas de ALMA (radioastronomía) con un estudio de la misma zona usando tecnología de carácter infrarrojo", explicó el estudiante de doctorado en ciencias mención Astronomía de la U. de Chile, Sebastián Jorquera, quien lideró este proyecto.
Por su parte, la académica del departamento de astronomía de la misma casa de estudios, Laura Pérez, señaló que la deteccción de este candidato a planeta es "notable". "ALMA nos mostró los espacios aparentemente vacíos en el disco de material que rodea a Elias 24, y sabiendo esto, decidimos emprender un nueva observación, pero esta vez usando un instrumento ubicado en el Observatorio Paranal de la ESO, su nombre es el Naos-Conica".
Los astrónomos emprendieron una búsqueda con otro rumbo, buscando planetas siendo formados en discos protoplanetarios de la muestra de DSHARP. Allí se invetigaron al menos 10 de este tipo, y las observaciones además mostraron la presencia de múltiples subestructuras en los discos, principalmente la presencia de anillos con alta concentración de materia (polvo) y "gaps" (surcos), con bajas concentraciones de polvo, si se compara con el resto del disco.
Existen evidencias que señalan que estas estructuras se formaron debido a la presencia de uno o más protoplanetas al interior de los espacios observados, por lo que los investigadores se enfocaron en la observación y detección directa de dichos objetos celestes.
Los resultados que obtuvieron sugieren la presencia de protoplanetas en los discos y permitieron estudiar la relación entre ellos y las estructuras observadas por ALMA. Asimismo, se pudo descartar la presencia de objetos masivos, puesto que no hubo detección de estos en los sistemas.
Se tomaron imágenes de un disco de aproximadamente 400 mil años, "muy joven si se lo compara con la edad de la Tierra, que tiene del orden de 4.5 millones de años de edad. El método que usamos fue el Direct Imaging, donde logramos disminuir el enorme brillo de la estrella y concentrar la visual en el espacio o surco, y así surgió nuestro candidato", indicó Jorquera.
El trabajo fue publicado en la revista The Astronomical Journal, con el título "A Search for companions via Direct Imaging in the DSHARP Planet-Forming Disks", donde además de Jorquera, trabajaron la Doctora Laura Pérez de la Universidad de Chile y los astrónomos Gaël Chauvin y Myriam Benisty de la Unidad Mixta Internacional Franco-Chilena de Astronomía y la Université Grenoble Alpes.