Implementar la primera farmacia y óptica popular no fue todo. En Recoleta el alcalde Daniel Jadue fue un paso más allá, y presentó hoy su nuevo proyecto estrella: la inmobiliaria popular.

El proyecto contempla 38 departamentos de 55 metros cuadrados, que tendrán tres dormitorios, un baño, living comedor y cocina, ubicados a pasos del metro y en el centro de la comuna, los que serán arrendados a las familias vulnerables.

La idea según indicó el alcalde es entregar "arriendos dignos en viviendas dignas" a las personas que no tendrán que pagar más del 25% de su sueldo en el arriendo. Porque las viviendas pertenecerán al municipio, que las arrendará por no más de cinco años.

"Esta política está centrada en la dignidad de las personas, está centrado en un habitar digno, esto no opera con la lógica del mercado", explicó el alcalde Jadue.

El proyecto, que se espera esté operativo a partir de marzo del próximo año fue diseñado gratuitamente por el Premio Nacional de Arquitectura de 2002, Juan Sabbagh, quien destacó que "este es un muy buen proyecto, no es improvisado, tiene 55 metros cuadrados, mucho más superficie que proyectos que se ofrecen hoy día, para tener un buen programa tiene 3 domitorios, un baño digno con un living comedor pensado para un comedor familiar con cocina integrada". 

¿Quiénes podrán acceder?

Según indicó Jadue, el proyecto está orientado a las familias vulnerables que tengan la necesidad de una vivienda, que estén iniciando una familia, incluso a inmigrantes que llegan sin tener donde vivir, asegurando que el centro de la iniciativa es la dignidad de las personas.

"Podemos construir viviendas colectivas que tengan dormitorios con baños (...) Es posible mejorar la calidad de vida, es posible mejorar el modelo que tenemos instalado", aseguró el alcalde en el lanzamiento del proyecto.

Además agregó que "esto surge de la necesidad, se diseña la política desde la vida de las personas, el Estado tiene que tener un rol más activo para habitar digno".

El alcalde puntualizó que el proyecto no será abandonado, y que cada edificio tendrá un administrador municipal permanente en el lugar.

Al respecto, el arquitecto indicó que "hay una oficina municipal, hay un administrador que se hace cargo de la convivencia de las personas, de que paguen las cuentas, de la limpieza (...) Se ha pensado en todo, el mismo objetivo tiene la lógica de la movilidad social".

 

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