Bajo el título de "hallazgo de interés científico ambiental nacional y mundial", la Coordinadora Regional de Medio Ambiente asegura en un documento que en los límites de las comunas de Penco y Tomé se encontró un bosque puro con ejemplares de queule de más de 200 años.

Aquel árbol endémico se encuentra en serio peligro de extinción, por lo que este escenario podría ser clave en su preservación.

El bosque se encuentra "en condición de puro, en un estado sanitario sin comparación", según se lee en la carta enviada al gobernador de la Región del Biobío, Robert Contreras, con el objetivo de conservar el arbolado y estudiar su desarrollo.

"Solicita al gobernador pueda disponer las providencias necesarias para apoyar la adecuada protección del que sería el bosque más antiguo de queule en pie presente en la región y al mismo tiempo puedan las instituciones pertinentes hacerse parte de la conservación de este hallazgo sin precedentes", se añade en el documento.

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