Este sábado se decretó el arresto domiciliario total y arraigo nacional para el sargento de Carabineros César Orellana, tras ser formalizado por el delito de homicidio frustrado en contra de Vicente Hernández, quien sufrió una fractura de cráneo y pérdida de masa encenfálica tras el impacto de una bomba lacrimógena en noviembre de 2019.

La fiscal centro-norte, Ximena Chong, manifestó que los hechos ocurrieron el 18 de noviembre "en un sitio eriazo que está a la altura del (paradero) 37 de Vicuña Mackenna" y que se le atribuye la responsabilidad de disparar una bomba lacrimógena "directamente en contra de un manifestante, provocándole una lesión craneal que lo tuvo con un tratamiento quirúrgico".

De igual manera, aseguró que el Servicio Médico Legal consideró que la intervención quirúrgica fue oportuna y que de no ser así, la lesión habría "sido mortal, razón por la cual el Ministerio Público la calificó de homicidio frustrado".

Por otra parte, Chong afirmó que el arma disuasiva percutó el disparo que afectó a Vicente Hernández desde 30,4 metros.; la cual fue considerada como una distancia escasa.

"Disparar a una corta distancia implica que el impacto es mayor porque la fuerza de eyección del proyectil desde la carabina es muy superior. Los protocolos de Carabineros indican con claridad que no debe dispararse nunca directamente al cuerpo de los manifestantes", comentó la fiscal.

Junto con eso, se determinó un plazo de 120 días para la duración de la investigación; mientras que la víctima se encuentra en etapa de rehabilitación y está en evaluación para ser sometido nuevamente a cirugía.

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