Todo partió hace diez años cuando la administración de un edificio en Antofagasta informó a los copropietarios que ya no podían seguir teniendo mascotas, debido al nuevo reglamento impuesto. Las multas comenzaron a regir en el año 2012, y cobraban entre 2 a 4 UTM por mes.
“Todos los sábados hay fiestas en la noche, juegos inflables en los patios, asados donde meten bulla y nosotros no decíamos nada. Pero por nuestras mascotas nos hicieron pebre. Así que estoy contento porque por fin se hizo justicia”, señaló Guillermo Núñez a Las Últimas Noticias.
Durante años Núñez pagó las multas porque se rehusó a regalar, como le pedían, a su chihuahua llamado, Jumping, quien según sus palabras es reconocido por ser "chor" y "aniñado". “Me tuve que encalillar para poder pagar las famosas multas que me imponía la directiva, que llegaron hasta las 4 UTM mensuales. Una vez debí pedir prestado y pague a las 12 de la noche para que no me cortaran la luz”, relató Guillermo.
En el 2012 la administración hizo una primera denuncia al Juzgado de Policía Local contra los vecinos por tener mascotas en el recinto habitacional. En esa ocasión, la justicia falló en contra de los residentes, por lo que varios tuvieron que deshacerse de sus animales y algunos se mudaron.
Según explicó la abogada Karyn Eaglehurst, quién también es residente del lugar, “las multas variaban de 2 a 4 UTM. Para hacer una estimación de cobros, en junio de 2012, una UTM equivalía a $39.689; en 2022, corresponde a $57.557. Lamentablemente no eran parejas. A algunas personas les cobraban 3 o 4 UTM y a otros, nada”.
Luego de dar cuenta de esto, Eaglehurst decidió representar a todos los vecinos afectados, en esa ocasión eran 20 personas. “Nos fue mal (la primera vez), pero apelamos. En ese tiempo todos los fallos eran en contra de los vecinos. Se veía difícil, pero en 2018 lo logramos. La Corte de Apelaciones falló a favor de los vecinos”, comentó la abogada.
Sin embargo, hubo dos residentes que durante el proceso judicial siguieron pagando las multas por miedo. Por esta razón, en 2019 los vecinos presentaron una demanda en contra de la administración por enriquecimiento sin causa, “el viernes (17 de junio) nos notificaron la sentencia (del Juzgado de Antofagasta) que ordena devolver el dinero a estos dos residentes”, relato Eaglehurst.
En concreto, la administración del condominio Punta de Diamante de Antofagasta debe pagar a la demándate M.P.C, la suma de $5.717.864 y a don Guillermo Núñez Veas, la cantidad de $3.860.257. “La abogada hizo una tremenda gestión. Ahora el edificio está lleno de mascotas. La gente que nos atacó ahora también tienen mascotas.”, comento Núñez.