T13 accedió en exclusiva a un informe preparado por el director del Liceo José Victorino Lastarria para la Fiscalía donde constata que personas externas participarían de los desórdenes en el establecimiento educacional.

Hechos de violencia se han registrado en el liceo, desde daños en el establecimiento, cortes de calle, ataques a buses e incluso, rociaron con bencina al director.

El grupo apodado como el “Piño 38”, compuesto por once estudiantes de los últimos años de enseñanza media, estaría detrás de estos ataques, pero no sería el único responsable.

T13 accedió a un informe preparado por el director donde expone que "existían algunos estudiantes que no pertenecían al establecimiento y que andaban con capucha por lo que no se logró identificar sus rostros, uno alto y uno bajo, ambos con ropa de colegio, pero los profesores no lograron distinguir si eran parte del establecimiento. Estos dos portaban artefactos incendiarios y fueron quienes arrojaron estos a dos buses de la locomoción colectiva".

Rociaron con bencina a director de Liceo Lastarria

La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, aseguró que presentaron una querella “con nombre y apellido” por el ataque al director, que fue “en un contexto además en que habían barricadas afuera con fuego por lo tanto podría haber saltado cualquier chispa y haberlo matado. Nosotros creemos que es un acto realmente criminal”.

“Los delitos que se invocan en la querella son de distinto orden. Hay delitos relacionados con daños a mobiliario y a cuestiones estructurales del liceo; delito de incendio, con daños a los mismos objetos; también delitos relacionados con el porte y lanzamiento de explosivos; y lo más grave, por supuesto, las amenazas y el homicidio frustrado en contra del director del establecimiento”, detalló el abogado Marcos Contreras.

Algunos estudiantes del Liceo Lastarria entregaron su testimonio anónimo ante el Ministerio Público, donde relatan que “el centro de estudiantes sabe quiénes son los overoles blancos. Ellos cuentan con mayor acceso a otros espacios, antes solo eran las salas de clases para encapucharse”.

Pueden llegar a sacar pistolas, sé que tienen acceso a pistolas, o llegar a quemar inspectoría (…) La violencia se ha masificado, porque han visto que ha resultado bien, porque ningún encapuchado ha caído. Eso los hace confiar”, dice otro testimonio.

Actualmente trece estudiantes han sido suspendidos por la normativa contemplada en Aula Segura, en particular por los hechos de violencia protagonizados contra la propia comunidad educativa del establecimiento.

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