Durante las últimas semanas, los incendios forestales han llegado a un gran número de ciudades de la zona centro sur del país. De acuerdo al último balance de Conaf, más de 273 mil hectáreas han resultado afectadas.

Del total de la emergencia, 103 incendios activos, de los cuales 48 están controlados, 53 en combate y 2 extintos. ¿Qué significa cada uno de estos conceptos con que categorizamos la emergencia?

El jefe nacional de prevención de incendios forestales de Conaf Rolando Pardo, conversó con T13.cl para explicar las diferencias que presentan estos devastadores siniestros.

Etapas del incendio

Un incendio se produce por la presencia de una fuente de calor, una fuente de combustible (vegetación) y oxígeno. "Cuando estos tres elementos están presentes, existe una alta probabilidad de que se produzca un incendio", explicó la autoridad.

Un incendio forestal activo es un fuego con propagación libre y sin control, que afecta a distintos tipos de vegetación. Este tipo de incendios requiere la asignación de algún tipo de recursos que permita el control de dicha situación.

Según la situación del incendio, se distinguirá de la siguiente forma: 

Incendio en combate

Según explica Pardo, esta etapa contempla la aplicación de los medios necesarios para controlar el fuego. Para esto, se considera la utilización de aeronaves, brigadas, labores complementarias con bomberos y privados que trabajan en el combate de las llamas.

Fuego extinto

Se habla de fuego extinto cuando los equipos logran liquidar el incendio a través de las actividades de combate y contención del fuego, que incluyen, entre otras cosas, la remoción de material y delimitación del perímetro.

Fuego contenido o controlado

Según indicó el miembro de la Conaf, hablamos de fuego contenido cuando se produce aislación del fuego. Es decir, se logra establecer una línea de control en el perímetro del incendio para su posterior extinción.

"Al interior de esta línea sigue habiendo actividad del fuego, siguen quemándose troncos, saliendo humo y pueden seguir existiendo llamas, pero está controlado", explicó.

Respecto a los siniestros que afectan a la zona sur del país, Rolando Pardo señaló que las condiciones climáticas y geográficas han dificultado la labor de control de los incendios.

En los casos de espacios abiertos como esta situación, "la vegetación está en una condición absolutamente disponible para ser quemada porque ha existido una sequía estructural en los últimos cinco a siete años", explicó.

"Han habido temperaturas absolutamente atípicas, por lo tanto esa temperatura alta, la humedad relativa baja y las condiciones de viento, hacen que el combustible esté muy disponible. Cualquier chispa, fuego, fuente de calor puede transformarse en un incendio forestal", concluyó

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