Tras el terremoto que afectó a la región de Los Lagos este domingo, común es escuchar las comparaciones entre el estoico comportamiento de las ancestrales iglesias de Chiloé y el recientemente construido -entregado en 2015- y quebrajado tramo de la Ruta 5 Sur cerca del sector de Tarahuin (comuna de Castro), lo que ha desencadenado en cuestionamientos a la empresa constructora, Azvi.
Frente a lo anterior, expertos consultados concordaron en que antes de cuestionar a la empresa o la licitación llevada a cabo por la Dirección General de Obras Públicas, habría que hacer un análisis de lo ocurrido, pero por el momento "las condiciones del suelo" serían el principal factor que explicarían los daños en la carretera.
"Aparentemente, el camino está en un lugar al lado de un lago, un lugar pantanoso, por lo tanto el suelo que hay bajo el camino es de mala calidad", explicó a T13.cl el académico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, Matías Hube.
El ingeniero señaló además que "el tema principal es el emplazamiento, o sea las iglesias antiguas no están al lado de un lago, con un terreno de mala calidad. Las iglesias están en terrenos que son más resistentes, (...) por lo tanto las probabilidades de que a la iglesia no le pase nada, son mucho más altas".
Por otro lado, académico de la Universidad de Chile, Ricardo Herrera, indicó que los problemas en la ruta pueden explicarse a partir de lo que califica como fenómeno de "licuefacción de suelo".
"Funciona cuando tienes un suelo arenoso y que tiene agua incorporada, entonces, por efecto del terremoto, es como una licuadora. Entonces, el agua que estaba abajo sale hacia arriba y eso hace que el terreno pierda sustentación, se produzcan estos asentamientos y cosas de este tipo. Esto ocurre en suelos arenosos con saturación parcial de agua, podría ser el caso aquí, pero no me queda claro solo viendo la foto", explicó Herrera, quien es profesor instructor de la división de Estructuras, Construcción y Geotecnia, del departamento de Ingeniería Civil de la U. de Chile.
Uno de los antecedentes que no juega a favor de la constructora es que entre su historial de proyectos se encuentra el fallido puente Cau Cau, en la región de Los Ríos.
Sin embargo, el investigador del Programa de Riesgo Antisísmico de la Universidad de Chile, Jorge Crempién, señaló que si bien uno puede construir de acuerdo a la norma, "hay eventos que superan las proyecciones", por lo que "simplemente puede ser un problema de una estimación por debajo de la intensidad sísmica que se podía sufrir en ese punto".
"Uno nunca proyecta para que no se rompa nada eso es imposible, sino estaríamos en banca rota como país", agregó el ingeniero, refiriéndose al hecho de que hacer una obra de infraestructura "indestructible" tiene un costo muchísimo mayor.
En este mismo sentido, Hube explica que para transformar un suelo pantanoso en un terreno de buena calidad habría que hacerle un "mejoramiento" y "son temas caros, son complicados y no siempre vale la pena hacerlo. Entonces, que en un evento de este tipo que ocurre tan poco frecuente, haya un daño en el pavimento no lo encuentro muy grave, para nada".
Hube añadió que si efectivamente era necesario un arreglo de las condiciones del suelo, esto "debería haber estado especificado en las bases de licitación o en la mecánica de suelo, que no necesariamente es la empresa la que toma esa decisión".
Esta mañana, consultada sobre los daños registrados en la ruta, la ministra secretaria general de Gobierno, Paula Narváez, indicó que "hay conciencia y claridad respecto de despejar de la manera lo más transparente posible qué fue lo que ahí sucedió, porque es una obra nueva que se entregó hace poco tiempo y por lo tanto hay que hacer la investigación para determinar qué ocurrió".