Con la inminente salida de Fernando Candia y Felipe Osiadacz de la cárcel de Kajang tras cumplir su condena por el homicidio de Yusaini Bin Ishak en agosto de 2017, surgen las dudas sobre el futuro judicial de los jóvenes tras la apelación de la fiscalía de Malasia por la sentencia.

En primer lugar, las autoridades consulares de Chile y España (debido a que Felipe Osiadacz ingresó con pasaporte español) deben realizar los trámites ante las autoridades de extranjería para regularizar su situación migratoria.

Esta diligencia es necesaria para evitar que, una vez que obtengan su libertad, sean detenidos nuevamente por la policía de migración debido a la falta de regulación de la visa en el país. 

Esto se debe a que Candia y Osiadacz ingresaron como turistas, por lo que su tiempo de estadía solo es posible por tres meses y ambos ya llevan más de un año y medio en el país asiático. 

Por lo tanto, los chilenos condenados de homicidio permanecerán detenidos en la cárcel especial para inmigrantes en el estado de Selangor, en Malasia, hasta que se regularice su situación migratoria. 

Con los trámites finalizados, los chilenos ya podrían salir en libertad pero con la prohibición de abandonar Malasia durante todo el proceso de apelación, que podría durar entre ocho meses o incluso un año, según adelantó la defensa de los chilenos. 

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