Ad portas de la reunión que el Papa Francisco sostendrá con un grupo de más de cien sacerdotes de la Compañía de Jesús a las 19:15 horas de este martes en el Santuario de San Alberto Hurtado, el sacerdote jesuita, Fernando Montes, conversó con T13.cl sobre su solicitud de perdón a las víctimas de abusos sexuales y a la polémica que causó la presencia del obispo Juan Barros en la homilía del Parque O'Higgins.

Montes recordó que estuvo recientemente en Roma y que al verlo esta mañana en La Moneda "fue particularmente cariñoso conmigo, porque se salió de la fila y me saludó, y eso se lo agradezco inmensamente". De cara a la cita de la tarde entre los jesuitas y el Papa, el ex rector de la Universidad Alberto Hurtado adelantó que "nos pidieron que se hagan preguntas para que haya un diálogo fluido". 

-¿Qué espera de la reunión entre la Compañía de Jesús y el Papa?

-Parece que se ha hecho bastante común que en los diversos países que ha visitado el Papa se ha reunido con sus hermanos de la misma congregación religiosa, la Compañía de Jesús, pues él era jesuita. Normalmente es una reunión muy fraternal, donde los jesuitas le hacen algunas preguntas y él tiene algunas palabras. Este encuentro será relativamente corto, de media hora, y nosotros pedimos también que al final de esa sesión el Papa se encuentre con la gente más pobre de Chile, ancianos del Hogar de Cristo y otras instituciones, que será una reunión muy evangélica.

-Han habido distintas protestas durante el día en contra del obispo Barros, acusándolo de "encubridor" y "cómplice" de los abusos sexuales del ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, ¿Podrán plantearle su visión sobre el tema como jesuitas al Papa? 

-Difícil, lo más probable es que hablemos del trabajo y servicio de la Compañía, probablemente nos recuerde la figura del Padre Alberto Hurtado. No creo que vaya a salir el tema en ese momento, a menos que nos pregunte, pero el tiempo es muy cortito.

-¿Y a usted qué le parece el impacto que está generando la presencia de Barros? Los sacerdotes jesuitas Pablo Walker y Felipe Berríos dijeron que empaña la visita del Papa y pidieron su renuncia.

-Yo lo he dicho desde hace mucho tiempo.... Yo no soy quién para culparlo, no tengo los antecedentes. Pero es un hecho: la significación de las cosas socialmente a veces son más importantes que las cosas mismas, y monseñor Barros genera una tensión y un problema en la Iglesia, en la relación de la Iglesia con la gente, y también con los obispos porque ha habido división en torno a este punto. Entonces, sería extremadamente prudente renunciar, entre otras cosas, para que no se convierta en el centro de lo que más preocupa a los periodistas de la visita del Papa, porque hay hartas cosas que son mucho más importantes. Creo que el considerar a Barros es para que la Iglesia tome medidas, no repitamos, y pidamos perdón y atendamos a la víctimas. Todo eso aparece clave, pero que no se convierta que si estuvo o no estuvo. Hoy Barros estuvo en la misa, y ni me enteré que estaba, supe por la prensa, o sea, no era la situación central, probablemente ni el Papa sabía que iba a estar o no estar, ni idea. Pero Barros debería ser más consciente de las repercusiones que produce, y que puede opacar los aspectos más importantes de la visita del Papa.

-Usted menciona la polémica que causó la presencia de Barros en la homilía del Papa en el Parque O'Higgins. Pero consultado por la prensa, el obispo se defendió, acusó "mentiras" en su contra y se mostró respaldado por del Papa, quien viene de la orden jesuita. ¿Qué le parece la situación a usted?

-Yo no he hablado sobre este tema con el Papa, y ciertamente sé que Barros habló con el Papa y probablemente él le narra su versión, lo que quiere decir que, si es así, el Papa no tiene la información adecuada de lo que esto significa en Chile. Viene de una versión un poco parcial... Hay un dicho: "de Roma viene lo que a Roma va". Entonces, ¿cuando tú vives en Roma, quiénes son las fuentes? ¿quién lo está informando? Porque ciertamente si él respalda sin más es que probablemente él no tiene toda la sensibilidad y la información de lo que ha pasado en Chile.

-¿A usted le gustaría complementarle la información sobre el caso de Barros al Papa?

-Claro, yo creo que de todo lo que ha pasado, yo lo he dicho en la prensa, uno de los puntos que hay que revisar a fondo son las fuentes de información que llegan al Vaticano. Dada la diversidad de la Iglesia, que haya diversas fuentes de información de modo que el conjunto pueda ser lo más equilibrado posible.

-Para que la información le llegue equilibradamente al Papa...

-Equilibradamente, porque sino, ¿qué puede saber el Papa? Sólo lo que le llega de referencia, o sea, hay que saber muy bien quiénes son los referentes.

-¿Y aún así no cree que puedan plantearle su visión al Papa en la reunión de la tarde?

-Creo que no, porque tendremos poquito tiempo y en Chile tenemos una gran cantidad de cosas: el Hogar de Cristo, el Techo para Chile, los colegios. Y hay algo que es interesante, precisamente por lo que él ha pedido, y no sé si se lo alcancemos a explicar. Usted no se imagina la cantidad de medidas que hemos tomado para que no se vuelvan a reproducir abusos. Hoy en cada colegio y en cada obra hay una persona especialmente encargada y públicamente conocida que no es jesuita a la cual se le debe denunciar cualquier hecho que sea denunciable. Se ha formado una comisión para formarnos, y viene gente muy experta que no son jesuitas, precisamente en la línea que ha pedido el Papa. O sea, no se puede decir que no hemos hecho nada.

-¿Qué le pareció que el Papa haya pedido perdón de forma general por los abusos sexuales?

-Fue muy significativo que el Papa dijera lo que dijo en La Moneda, pidiendo perdón y que da vergüenza. No me parece que después eso sea como dijo alguna de las personas: "pura hipocresía". Hay que tener cuidado con las palabras que se dicen, creo que lo que dice el Papa lo siente y es la verdad, y hay que pedirle que nos ayude a ser coherente con esas palabras.

-¿Se refiere a las víctimas?

-Claro, porque las víctimas están tan dolidos, sobre todo dos de ellos, que obviamente les duele que el Papa haya hablado así en general, que pedimos perdón y no se refiera a las víctimas. Bueno, tienen razón, avancemos, pero no tenemos derecho a decir que el Papa ha actuado de manera hipócrita.

-¿Pero usted habría preferido que el Papa se reuniera con las víctimas de abusos sexuales por integrantes de la Iglesia? 

-Me hubiera gustado alguna reunión, y no tengo idea si va a haber, pero es muy difícil porque está excesivamente armado (el cronograma) y hay un horario de locos: ocho de la mañana en La Moneda, después el Parque O'Higgins, la cárcel de mujeres, reunión con los jesuitas, más unos grupos de la nunciatura, y todo para una persona de más de ochenta años, es tremendo. Pero me hubiera encantado que los hubiera encontrado, y me encantaría que todavía pudiera hacer algún gesto de cercanía hacia las víctimas. Sino lo puede a hacer, por lo menos que nos ayude a que lo hagamos después y no descalifiquemos lo que él ha dicho, porque creo que es un paso adelante. 

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