La reserva natural Lincolnshire Wildlife Park de Londres debió separar a cinco loros grises que, según el testimonio de sus cuidadores, se unieron para decir groserías.

Según rescata la agencia de noticias AP, los culpables son Billy, Eric, Tyson, Jade y Elsie quienes se unieron a la colonia de loros del parque en agosto.

"Estamos acostumbrados a los loros diciendo groserías, pero nunca hemos tenido cinco al mismo tiempo", contó el director del parque Steve Nichols. Además afirmó que la mayoría de los loros son silenciosos cuando están al aire libre, pero estos cinco ejemplares disfrutan hablar. 

"Cuando un loro te dice 'jódete' divierte mucho a la gente", dijo Nichols. "Nos trajo una gran sonrisa en un año muy difícil". El director del zoológico además contó que decidieron separar a los loros "para salvar los oídos de los niños". 

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