La organización Wikileaks filtró este viernes, las transcripciones de los discursos pagados de la ex secretaria de Estado y actual candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, ante empresarios de Wall Street y que muestran opiniones distintas a las que expresa en su campaña.
La filtración fue el resultado del robo por parte de piratas informáticos de miles de correos electrónicos del jefe de la campaña de Clinton, John Podesta.
La mayoría de los extractos pertenecen a discursos hechos entre 2013 y 2014 que Clinton dio después de dejar su cargo como secretaria de Estado y antes de presentar su candidatura a la presidencia. Según indican medios estadounidenses, éstos le reportaron cerca de 26 millones de dólares en honorarios.
Además, su contenido revela que a puertas cerradas, Clinton expresaba opiniones menos progresistas de las que hoy sostiene en la campaña electoral.
En 2013, por ejemplo, en un discurso pronunciado ante un banco brasileño en 2013, habló sobre su sueño de que hubiera “libre comercio y fronteras abiertas” en el Hemisferio Occidental e instó a la audiencia a pensar sobre "qué significaría para cada uno en esta sala" que EEUU y América Latina doblasen su flujo comercial.
En cambio ahora, se opone incluso al Acuerdo Transpacífico, al igual que Donald Trump, y se ha visto obligada a adoptar una postura más proteccionista.
En otro de sus discursos, pronunciado en 2014 ante miembros de las financieras Golmand Sachs y BlackRock, Clinton pareció admitir su distanciamiento con la clase media estadounidense a la que una vez perteneció: “Ahora, obviamente, estoy un poco alejada de eso por la vida que he llevado y las fortunas económicas que mi marido y yo hemos gozado, pero no me he olvidado (de su crianza y educación en una familia de clase media)”.
Durante las primarias demócratas, Clinton se negó a difundir las transcripciones de los lucrativos discursos que dio ante grandes organizaciones financieras, pese a las presiones de su adversario Bernie Sanders, quien la acusaba de ser servil a los intereses de las corporaciones.
Por su parte, la campaña de Clinton no confirmó la autenticidad de los correos ni comentó su contenido: “No vamos a confirmar la autenticidad de los documentos robados publicados por Julian Assange, quien no ha escondido su deseo de dañar a Hillary Clinton”, dijo este viernes una portavoz de Clinton al periódico The Washington Post.
Asimismo, la filtración llegó el mismo día en que el gobierno de Barack Obama acusó formalmente al gobierno ruso de estar detrás del hackeo a cuentas de correos del Partido Demócrata, que fueron publicados por Wikileaks en vísperas de la Convención Demócrata.