La noche de este sábado el Aeropuerto Internacional Halifax Stanfield vivió un aterrador incidente que resultó en su cierre temporal. El vuelo 2259 de Air Canada, operado por PAL Airlines, experimentó un mal funcionamiento técnico al aterrizar, lo que obligó a una rápida intervención de los servicios de emergencia.

El vuelo, que había partido desde St. John's y aterrizó en Halifax alrededor de las 9:30 p. m. AT, sufrió un fallo en el sistema de su tren de aterrizaje, lo que impidió que uno de los neumáticos se desplegara correctamente. Como consecuencia, el avión patinó por la pista, lo que causó que una de las alas rozara el suelo y provocara un incendio. A pesar de la dramática situación, la tripulación actuó con gran profesionalismo, deteniendo el avión con éxito. Todos los pasajeros a bordo fueron evacuados de manera eficiente y segura.

Los equipos de emergencia, incluidos bomberos, paramédicos y personal de seguridad, llegaron rápidamente al lugar del incidente para controlar el fuego y asistir a los pasajeros. Afortunadamente, no hubo víctimas mortales, pero se reportaron algunas lesiones leves entre los ocupantes del vuelo. Tras la evacuación, los pasajeros fueron trasladados a un hangar para su evaluación médica.

Como medida de seguridad, el Aeropuerto Internacional Halifax Stanfield cerró temporalmente para gestionar la emergencia. Sin embargo, tras un breve período de tiempo, se reabrió una de sus pistas y las operaciones comenzaron a reanudarse gradualmente. Las autoridades del aeropuerto y los equipos de investigación aeronáutica comenzaron de inmediato a analizar las causas del fallo técnico en el tren de aterrizaje.

Este incidente se produce en un contexto sensible para la aviación mundial, dado que la industria aún se está recuperando de la tragedia en el Aeropuerto Internacional de Muan, en Corea del Sur, donde hasta el momento más de 85 personas perdieron la vida en un accidente aéreo. Los equipos de emergencia de Halifax actuaron con rapidez y eficacia, evitando que el incidente resultara en una tragedia mayor.

Las autoridades del aeropuerto y la aerolínea Air Canada están cooperando con los investigadores para determinar las causas exactas del fallo en el tren de aterrizaje del vuelo 2259. Mientras tanto, los pasajeros afectados han sido atendidos por el personal médico y las autoridades continúan trabajando para asegurar que la situación se resuelva de manera segura.

El Aeropuerto Internacional Halifax Stanfield ha comenzado a retomar su actividad normal, aunque se espera que se sigan tomando medidas de seguridad adicionales mientras se complete la investigación. La situación recuerda la importancia de los protocolos de emergencia en la aviación y la rapidez de respuesta de los equipos de rescate ante incidentes de este tipo.

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