El presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin, dijo que de la Casa Blanca "se puede esperar cualquier cosa”, al ser consultado sobre la disposición de Washington a lanzar un ciberataque contra su país en represalia por la supuesta injerencia informática rusa en la campaña presidencial estadounidense.
"No habría nada nuevo en ello. ¿Acaso no sabemos que escuchan y espían a todos? Esto se sabe desde hace mucho; no es ningún secreto”, declaró el jefe del Kremlin en entrevista con medios rusos en la ciudad india de Goa, donde participó en la cumbre de los países del grupo BRICS, formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
El 14 de octubre, la televisora estadounidense NBC citó a fuentes según las cuales la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tenía el encargo de presentarle opciones a la Casa Blanca para iniciar una operación "clandestina” y de amplio alcance cibernético contra el Kremlin. Ex funcionarios de inteligencia agregaron que la CIA había reunido documentos para exponer directamente al presidente ruso.
El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sostuvo en entrevista con NBC que "le estamos enviando un mensaje” a Putin: la venganza por los ciberataques rusos tendrán lugar "en el momento adecuado con miras a generar el mayor impacto”.
Por su parte, Putin recordó que Estados Unidos espía no sólo a sus potenciales adversarios o a los que ya considera como tales, sino también a aliados próximos como Alemania.
"La única novedad consiste en que esta es la primera vez que Estados Unidos lo reconoce a tan alto nivel y, en segundo lugar, profiere una amenaza; un gesto que no se corresponde con las normas de las relaciones internacionales”, señaló el presidente ruso.
Putin advirtió que "sacrificar las relaciones entre Moscú y Washington” en el marco de acontecimientos de política interna estadounidense es "dañino y contraproducente”. "Alguien quiere la confrontación, pero esa no es nuestra opción. No obstante, eso significa que habrá problemas, algo que no queremos. Al contrario, nos gustaría buscar puntos de contacto”, dijo Putin.
Tregua condicionada en Alepo
Tras encontrarse en Londres este domingo (16.10.2016), los ministros de Exteriores de Estados Unidos y el Reino Unido, John Kerry y Boris Johnson, respectivamente, se reunieron con diplomáticos europeos para analizar estrategias que pudieran propiciar un cese de hostilidades entre los rebeldes sirios en Alepo y los soldados leales al "hombre fuerte” de Damasco, Bashar al Assad, que cuentan con apoyo militar de Rusia. Está por verse qué sale de esa cita.
La de este sábado (15.10.2016) en Lausana, Suiza –donde participó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov– terminó sin que se hiciera público acuerdo público alguno sobre la tregua.
Aunque el Ministerio alemán de Exteriores informó que las gestiones diplomáticas para encontrar una solución al conflicto sirio se reanudarían a principios de semana, Moscú compartió su perspectiva de la situación este 16 de octubre, exigiendo nuevamente en que se establezca una clara distinción entre la oposición moderada al régimen de Assad y los grupos terroristas –como Fatah al Sham, el antiguo Frente al Nusra– que combaten para derrocarlo.
Sólo ese distanciamiento puede hacer posible una declaración de cese el fuego y el suministro de ayuda humanitaria, afirmó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Moscú aseguró que los ataques de sus bombarderos contra grupos terroristas continuarían.
Este mismo domingo (16.10.2016), al menos cinco personas fallecieron y otras treinta resultaron heridas por el impacto de proyectiles sobre la zona oeste de la ciudad de Alepo, controlada por el Gobierno de Damasco. Así lo informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, advirtiendo que el número de víctimas mortales podría aumentar en las próximas horas.
La agencia oficial de noticias siria, SANA, informó de que al menos tres civiles fallecieron por los "ataques terroristas con cohetes” sobre la mitad de Alepo controlada por Assad y sus aliados.