AFP
Iván Duque, elegido presidente de Colombia, anunció "correcciones" al pacto de paz con la disuelta guerrilla de las FARC, tras el sólido respaldo que recibió frente a la izquierda en el balotaje de este domingo.
De 41 años y delfín del ex presidente Alvaro Uribe (2002-2010) aseguró en su discurso de victoria que no hará "trizas" el acuerdo de 2016 pero sí realizará "correcciones para que las víctimas sean el centro del proceso para garantizar verdad, justicia y reparación".
FARC, ahora un partido de izquierda que ha descartado el regreso a las armas, lo llamó a la "sensatez", subrayando que "burlar" lo acordado no puede ser un "plan de gobierno".
Al mismo tiempo propuso una reunión con Duque para conocer los correctivos que pretende incorporar al pacto que desarmó a 7.000 rebeldes y ha evitado 3.000 muertes al año.
Duque, que asumirá el 7 de agosto, será el presidente más joven y más votado de la historia colombiana.
"Y no me da la gana/una dictadura como la venezolana"; cantaron sus seguidores tras el inédito duelo presidencial entre un candidato de izquierda y otro de derecha.
Uribe, que logró endosar su amplio respaldo al novel dirigente tras ocho años de férrea oposición al gobierno de Juan Manuel Santos, se marginó de los festejos en Bogotá.
Con 10,3 millones de apoyos, Duque cosechó el 53,98% de los votos contra el 41,81% de Petro. La abstención vez fue de 47%, en línea con el histórico 50.%
"Duque, aceptamos su triunfo, es el presidente de Colombia", dijo Petro en un discurso y añadió: "Hoy somos la oposición a ese gobierno".
Con Duque, la derecha conservadora recupera el poder tras la oposición al liberal Santos, un ex-aliado de Uribe y artífice del acuerdo de paz.
La ex-ministra de Defensa Marta Lucía Ramírez asumirá como la primera vicepresidenta de Colombia.
Revisión incierta
Duque recoge las banderas de Uribe, el senador más votado en marzo, contra el pacto de paz y a favor del recorte de impuestos a las empresas. Además buscará liderar la presión internacional sobre Nicolás Maduro en Venezuela, a quien tilda de "dictador" y "genocida".
Junto al apoyo de la élite política y empresarial, cuenta con mayorías en el Congreso.
Así, podría asegurarse, como ofreció en campaña, que los jefes rebeldes culpables de delitos atroces paguen un mínimo de cárcel y no ocupen ninguno de los diez escaños parlamentarios reservados a la ahora Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC).
Sin embargo, garantizó que cumplirá el "sueño" de las bases guerrilleras de reincorporarse a la sociedad tras un conflicto armado de medio siglo en el que también participaron agentes estatales y paramilitares de ultraderecha.
"Hay unos compromisos que se adquirieron entre las partes, respaldadas por una comunidad internacional, y la modificación de esos acuerdos puede ser problemática especialmente si (...) conduce a la limitación de lo que se acordó", dijo a la AFP el politólogo Felipe Botero, de la Universidad de los Andes.
Pese a los pocos votos que obtuvo en las legislativas de marzo (0,5%), el pacto le otorga a la FARC una representación mínima en el parlamento.
Aun cuando ya la guerrilla dejó de existir, todavía faltan por concretar aspectos claves del acuerdo como la verdad y reparación para millones de víctimas y reformas rurales que pretenden evitar nuevos conflictos.
Duque también prometió en campaña endurecer las condiciones para los diálogos en curso con el ELN, el último grupo insurgente activo.
"Santos le deja un país dividido entre amigos de la paz y enemigos de la paz. Iván Duque va a unir el país en torno al progreso", señaló Carlos Flores, de 27 años, del equipo de jóvenes que apoyan a Duque.
Oposición firme
Pese a la derrota, Petro obtuvo la mayor votación para la izquierda en Colombia y asumirá desde el Senado la defensa de los pactos de paz.
"Los ocho millones de colombianos y colombianas (que votaron por mí) no vamos a permitir que retrocedan a Colombia hacia la guerra", subrayó Petro ante sus seguidores.
El exguerrillero del extinto M-19 prometía una defensa férrea del acuerdo de paz y una batería de reformas económicas y políticas para romper con la gobernanza histórica de la derecha.
Pero "la sociedad colombiana sigue siendo conservadora, de centroderecha, y se manifestó en esta elección y se ha manifestado históricamente en el país", comentó Nicolás Liendo, de la Universidad Sergio Arboleda.
Además en Colombia hay un rechazo generalizado al gobierno de Maduro, con el que sus opositores intentaron relacionar a Petro. "Ese miedo también movilizó fuertemente a la gente a votar por Duque", agregó el analista.