La sesión parlamentaria para elegir al nuevo canciller de Alemania se abrió directamente con la votación de los diputados. Pero antes, la presidenta de la cámara, la socialdemócrata Bärbel Bas, saludó brevemente a los presentes y dio la bienvenida a Angela Merkel, sentada en la tribuna de visitantes.
La cámara prorrumpió de inmediato en un largo y cálido aplauso para Merkel, quien se levantó un momento para saludar y después volvió a ocupar su asiento imperturbable, mientras los aplausos proseguían e incluso muchos diputados -no los del partido AdD- se pusieron en pie.
Altas cotas de popularidad Merkel ha anunciado reiteradamente que no ocupará ningún nuevo cargo político y tampoco ha optado a un escaño como diputada en las generales. Solo por nueve días, la emblemática dirigente no habrá batido el récord de longevidad en el poder de Helmut Kohl.
La dirigente, que encadena homenajes en las últimas semanas, dejará definitivamente la cancillería tras una ceremonia de traspaso de poderes con Scholz, adversario y a la vez aliado, ministro de Finanzas y vicecanciller en los últimos cuatro años.
Merkel, todavía con altas cotas de popularidad, pone fin a 31 años de carrera política, la mitad de ellos al frente de la primera economía europea y cuarta mundial.