Equipos de rescate en Japón intensificaban el lunes las operaciones de búsqueda de sobrevivientes en un escenario de casas devastadas por inundaciones y deslizamientos de tierra este fin de semana, que ya dejaron por lo menos 34 muertos.
Autoridades locales temen que el número de víctimas mortales siga aumentando a raíz de las torrenciales lluvias que devastan desde el sábado la región de Kumamoto de la isla de Kyushu, haciendo desbordar ríos que inundaron áreas bajas.
El gobierno de la prefectura de Kumamoto, situada en la isla de Kyushu, en el suroeste del país, confirmó 18 fallecidos, mientras otras 16 estaban desaparecidas. "Los rescatistas continúan su búsqueda incansablemente esta mañana", dijo un vocero de la prefectura.
No obstante, las malas condiciones climáticas obstaculizaban este lunes las operaciones de rescate y búsqueda en la región.
Amplias zonas a lo largo del río Kuma se inundaron al romperse sus orillas en varios lugares. Al menos 14 puentes, incluyendo 10 sobre el Kuma River, en Kumamoto fueron arrastrados por el agua, informó la NHK. Cerca de 6.100 hogares a lo largo del río Kuma fueron inundados, según el informe ofrecido por el gobierno este lunes.
La compañía de electricidad indicó que más de 9.500 hogares perdieron el servicio en las prefecturas de Kagoshima y Kumamoto a partir del lunes por la mañana.
Catorce desaparecidos en hogar de ancianos
En una casa de retiro, en la zona rural de Kumamoto, se presume que 14 personas se ahogaron debido a la inundación de la planta baja por un río desbordado, lo que impidió que los residentes en sillas de ruedas se refugiaran en los pisos superiores. Pero los servicios de emergencia y los residentes locales lograron rescatar a unos 50 residentes y empleados de esa residencia para ancianos con ayuda de un bote salvavidas.
Se prevé que lluvias torrenciales continúen golpeando la región, donde se esperan hasta 250 mm de precipitación hasta el martes por la mañana. La agencia meteorológica japonesa ha pedido a cientos de miles de residentes de Kumamoto y la vecina región de Kagoshima que desalojen sus hogares.
El pronóstico meteorológico indicaba que un frente estacional de lluvias continuaría arrojando lluvias torrenciales en amplias zonas del Japón y advirtió de deslizamientos de lodo, inundaciones y ríos crecidos. Se esperaban hasta 300 milímetros de lluvia para la isla de Shikoku, al este de Kyushu.
Hace dos años, las lluvias torrenciales en el oeste de Japón causaron inundaciones y deslizamientos de tierra, matando a más de 220 personas, el mayor número de muertes relacionadas con el clima en tres décadas.