El ejército ruso anunció el martes que había controlado el incendio en un almacén de municiones en Siberia, que provocó explosiones impresionantes que dejaron un muerto y al menos ocho heridos.
"El incendio [...] ha sido completamente controlado. No hay más focos de combustión", indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado citado por la agencia de noticias estatal Tass, que añadió que las detonaciones habían cesado unas horas antes.
Las explosiones se produjeron el lunes en un depósito de obuses de una unidad militar estacionada cerca del pueblo de Achinsk, en la región de Krasnoyarsk, a 4.000 kilómetros al este de Moscú, y donde miles de personas fueron evacuadas.
En las redes sociales, testigos publicaron fotos y videos en los que se podía ver una inmensa humareda elevándose por encima de un bosque ubicado al lado del depósito.
Según un último balance del Comité de Investigación ruso, una persona murió durante el incidente y ocho tuvieron "lesiones corporales de diversa gravedad".
El gobernador de la región, ALexander Uss, había dado anteriormente un balance de doce heridos y un desaparecido.
Las autoridades locales indicaron que 9.500 habitantes fueron evacuados en un radio de 15 km alrededor de la catástrofe, y más de 6.000 decidieron por su cuenta abandonar temporalmente sus hogares.
El ejército ruso indicó que había desplegado diez aviones para apagar el incendio, cinco helicópteros y envió a más de 70 desactivadores de minas.
"La causa más probable [de la explosión] es un error humano", afirmó el viceministro de Defensa ruso, Dmitri Bulgakov, en una rueda de prensa.
Las explosiones en estos depósitos de municiones son frecuentes, debidas con frecuencia a negligencias y a la falta de mantenimiento de los inmensos arsenales de la Guerra Fría.
