Varias explosiones en colegios electorales de Kabul empañaban este sábado las elecciones legislativas en Afganistán, que los talibanes y el grupo Estado Islámico (EI) amenazaron con teñir de sangre.

De momento no había un balance de victimas tras estas explosiones, producidas el sábado por la mañana en centros electorales de la capital.

En uno de ellos, una escuela transformada en colegio electoral, un periodista vio cómo una muchedumbre aterrada abandonaba el lugar corriendo.

"Hay muertos y heridos debido a varias explosiones", informó a la AFP un responsable del ministerio de Sanidad, pero sin poder proporcionar más detalles.

Previamente, el presidente afgano, Ashraf Ghani había votado a primera hora en una escuela de la capital, Kabul, desde donde animó a sus compatriotas a imitarlo. 

"Pido a todos los afganos, jóvenes y ancianos, mujeres y hombres, que utilicen su derecho, que salgan y voten", declaró Ghani tras haber depositado su papeleta en la urna. 

Más de 5.000 colegios electorales abrieron en las zonas del país en poder del gobierno, pero en áreas controladas por los talibanes, 2.000 centros de votación permanecieron cerrados por motivos de seguridad. 

Las autoridades desplegaron a unos 54.000 miembros de las fuerzas de seguridad para proteger a los cerca de nueve millones de personas que figuran en las listas electorales en estas legislativas, las terceras desde la intervención militar estadounidense que expulsó a los talibanes del poder en 2001. 

Frente a un centro electoral de Kabul se formaba una larga fila a primeras horas del sábado, según imágenes difundidas en las redes sociales. Y otro tanto delante de una universidad de la provincia de Paktia (este).

"A pesar del peligro, tenía que estar aquí. Tenemos que votar para ver nuevas caras en este parlamento y echar a los antiguos diputados que son corruptos", declaró a la AFP Mustafa, un votante de 42 años, en Kabul.

"Vine temprano para volver pronto a casa, pero hace una hora que esperamos, la fila se alarga. Tendríamos que poder votar más rápido. Tenemos miedo a un atentado", añadió.

"He venido a votar arriesgando la vida. Estoy preocupado", coincide Asadulá, de 22 años, delante de un centro de voto en Mazar-i-Sharif (norte). "Pero tenemos que desafiar a los talibanes (...) porque es un día histórico". 

En la capital, acordonada, se prohibió la circulación de vehículos en la mayoría de las carreteras. También las motos capaces de transportar artefactos explosivos o a un suicida.

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