Divya tenía 17 años cuando fue violada por su marido en su noche de bodas, un sufrimiento que se extendió durante todo su matrimonio y que es una realidad habitual en India, permitida por una disposición legal de la época colonial.

"Le dije que nunca había tenido relaciones sexuales y le pedí que fuera lentamente", relató la mujer que ahora tiene 19 años y que habló utilizando otro nombre para proteger su identidad. 

Su marido le respondió que la primera noche es algo "importante" para los hombres y la abofeteó, le arrancó la ropa y la obligó a mantener relaciones sexuales. 

Divya se casó en 2022, un matrimonio arreglado por su familia, que implicó 19 meses de torturas y abusos. Como su familia no pagó la dote exigida por la costumbre, su marido usó esta situación contra ella.

"A veces me ponía un cuchillo en la garganta y me retaba a decirle que no y me decía: 'Eres mi mujer, tengo todo el derecho sobre ti'", relató. 

En India, un 6% de las mujeres casadas de 18 a 49 años reportaron haber sufrido violencia sexual de su cónyuge, reveló la última Encuesta Nacional de Salud Mental en la Familia, encargada por el gobierno. 

Esto implica que más de 10 millones de mujeres sufrieron violencia sexual de su cónyuge en este país de más 1.400 millones de habitantes. 

Casi un 18% de las mujeres casadas afirman que no pueden decir que no, si su marido quiere tener relaciones sexuales, apunta el estudio. 

"Mentalidad victoriana"

El código penal de India, heredado de la colonización británica (que concluyó en 1947), incluye una cláusula de excepción que estipula que los "actos sexuales entre un hombre y su esposa, si ésta no es menor de 15 años, no constituyen una violación".

Una reforma que entró en vigor este lunes eleva la edad mínima a 18 años. 

La abogada Karuna Nundy representa al grupo de derechos humanos All India Democratic Women's Association (AIDWA), que interpuso un recurso ante la Corte Suprema para luchar contra esa práctica. 

Nundy afirma que esa cláusula viene del "colonialismo" y refleja una "mentalidad victoriana". 

La abogada guarda una "ferviente esperanza" de que haya un cambio, ya que más de 50 países castigan la violación conyugal. 

El presidente de la Corte Suprema, D. Y. Chandrachud, declaró este año que se trata de un "tema importante".

Pero el recurso lleva años en trámite. 

Monika Tiwary, de la oenegé Shakti Shalini que defiende a las víctimas de violencia sexual, argumentó que el matrimonio no puede servir como una protección para cometer un crimen. 

"¿Cómo puede ser que el matrimonio cambie la definición de violación?", planteó. "Estar casada no te resta derechos sobre tu propio cuerpo". 

Amenazas de muerte

Swati Sharma, de 24 años, afirma que se casó por amor, pero su marido era un hombre violento y si ella se negaba a mantener relaciones sexuales, la acusaba de estar siendo infiel. 

Para ella el punto de inflexión llegó un día que la desvistió ante sus hijos, que estaban dormidos. Entonces, ella se llevó a los niños y lo dejó. 

Pese a las agresiones, algunas mujeres vuelven con su agresor por miedo a qué va a pasar con los hijos o debido a la intensa presión social. 

Sharma regresó a vivir con su marido, después de que el hombre la convenció de que estaba en terapia.

Divya huyó, pero sigue viviendo con miedo. Su marido le envió una amenaza a su madre para decirle que "no va a dejarla vivir".

Pese a todo, se siente "orgullosa" de haberlo abandonado. 

"Hay muchas chicas que siguen soportando este tipo de cosas, día y noche", afirmó. "Este tipo de hombres deberían ser castigados". 

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