Tamman Azzam tomó todo lo malo que se vive en el suelo sirio, y lo mezcló con las maravillas de un mundo más allá de sus fronteras. 

De esa forma, el artista sirio logró crear su propia forma de protesta contra la crisis que golpea a su país, proyectando pinturas famosas contra la fachada de lo que queda de los edificios bombardeados por la guerra.

Uno de sus trabajos más populares  es Freedom Graffiti. En la que inmortalizó en un edificio en ruinas la conocida obra de arte del austriaco “El Beso”.

[FOTOS] Las obras del museo de la tragedia que creó un artista sirio

“Lo escogí como un ícono de amor, una forma de buscar las historias de amor detrás de esta muralla que está completamente destruida por la maquinaria de la guerra”, dijo al Telegraph.

Entre sus trabajos también han llamado la atención sus representaciones de obras de artistas de la talla de Matisse, Goya o Dalí.

Lo de Azzam es un llamado de atención. En una de sus obras muestra a un edificio sirio bombardeado siendo transportado por globos frente a los edificios en llamas del 9/11.

“El evento fue uno de los más dramáticos y trágicos de nuestro tiempo, pero la falta de empatía y de acciones efectivas para los actos de terrorismo y de desastres humanitarios alrededor del mundo me complica”, dijo.

“La empatía no debería limitarse al primer mundo", agrega. 

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