Ucrania esperaba este martes nuevas evacuaciones de civiles de la devastada ciudad de Mariúpol, mientras Rusia continúa la ofensiva en el este del país.
El concejo municipal de Mariúpol afirmó el lunes que las evacuaciones se reanudarían a las 07H00 (04H00 GMT) del martes, pero por el momento no ha habido ningún anuncio en ese sentido.
En la noche del martes, el batallón Azov, que defiende la planta siderúrgica de Azovstal, último reducto ucraniano en la ciudad, denunció nuevos bombardeos rusos, "incluso contra edificios donde hay civiles".
Estados Unidos advirtió que Moscú se prepara para anexionar formalmente las regiones del este de Ucrania.
Por su lado, la Unión Europea (UE) prepara un sexto paquete de sanciones contra Rusia desde el inicio de la guerra el 24 de febrero.
Las sanciones incluyen el fin progresivo de las importaciones de petróleo desde Rusia y nuevas restricciones para los bancos rusos. La UE llamó a sus estados miembros a prepararse para dejar de comprar gas ruso.
La aviación y la artillería rusas siguieron atacando objetivos en todo el país, como la ciudad de Odesa, a orillas del mar Negro, donde el lunes murió un joven de 15 años y una niña resultó herida, según las autoridades.
La invasión rusa ha dejado miles de muertos y más de 13 millones de desplazados, en una guerra de una magnitud no vista en Europa por generaciones.
Una de las ciudades más golpeadas es Mariúpol, donde una cifra desconocida de personas han muerto y los sobrevivientes tienen poco acceso a alimento, agua y medicamento.
La ciudad en el mar de Azov es clave en los planes rusos de conectar las zonas bajo su control en el sur y el este de Ucrania.
Según Kiev, más de 100 civiles fueron evacuados el fin de semana de la planta siderúrgica de Azovstal, donde soldados y civiles se refugian en un laberinto de túneles subterráneos.
Sviatoslav Palamar, subcomandante del batallón Azov, dijo que otras 20 personas fueron transferidas la noche del lunes, pero debieron esperar cinco horas debido a que "la artillería enemiga causó más escombros y destrucción".
Ucrania y Rusia han coordinado las evacuaciones civiles con las agencias de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Las fuerzas ucranianas recapturaron algunos territorios los últimos días, como la aldea de Ruska Lozova, que según los evacuados estuvo ocupada por dos meses.
"Fueron dos meses de miedo terrible, nada más, un miedo terrible y constante", comentó Natalia, una evacuada de 28 años tras llegar a Járkov, la segunda mayor ciudad ucraniana.
Pero Kiev admitió que las fuerzas rusas han capturado una serie de poblados en el este y pidió a las potencias occidentales más armas pesadas para apuntalar sus defensas en la zona.
El ministerio ucraniano de Defensa dijo el lunes que sus drones hundieron a dos barcos patrulleros rusos en el mar Negro.
Referéndum
En tanto, Estados Unidos advirtió de que Moscú se prepara para anexionar las regiones orientales de Lugansk y Donetsk, en la cuenca minera del Donbás.
Separatistas prorrusos en las dos regiones declararon la independencia en 2014. Moscú las reconoció poco antes de lanzar esta guerra, pero no las ha incorporado formalmente a su territorio como sí hizo con la península de Crimea hace ocho años.
"Rusia intentará anexionar la 'República Popular de Donetsk' y la 'República Popular de Lugansk'", declaró en Washington el embajador estadounidense ante la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Michael Carpenter.
Indicó que para ello realizaría referendos a mediados de mayo y que tiene planes similares para Jersón, una ciudad en el sur cerca de Odesa donde Moscú afianzó su control e impuso su moneda, el rublo.
Carpenter aseguró que "esta información es muy creíble” y advirtió que la comunidad internacional, como ya ocurrió con Crimea, no reconocerá ningún cambio en las fronteras ucranianas.
"Estos simulacros de referéndums, votos orquestados, no se considerarán legítimos, y tampoco cualquier intento de anexionar otros territorios ucranianos", agregó.
Nuevas sanciones
Las potencias occidentales han aplicado un nivel sin precedentes de sanciones contra Rusia por la guerra, al tiempo que entregan dinero y armas a Ucrania.
El presidente estadounidense Joe Biden anunció la semana pasada un paquete de 33.000 millones de dólares en armas y asistencia para Ucrania.
A su vez, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunciará otras 300 millones de libras (376 millones de dólares) en ayuda militar para Kiev, dijo su despacho antes de que ofrezca un mensaje en remoto al parlamento ucraniano.
Después de conversaciones el lunes, la Unión Europea llamó a sus países miembros a prepararse para el fin del suministro de gas ruso, al insistir en que no puede ceder a las demandas de Moscú de que se le pague en rublos.
Autoridades francesas y europeas dijeron que el bloque de 27 miembros estaba unido con Polonia y Bulgaria, cuyos suministros de gas ruso fueron suspendidos la semana pasada luego de que se negaron a pagar en esa divisa.
Países occidentales han intentado mostrar su apoyo al reabrir embajadas en Kiev, que fueron cerradas por la invasión, siendo Dinamarca la última en anunciar tal medida el lunes.
Por su parte, Kristina Kvien, la encargada de negocios estadounidense, anunció en la ciudad occidental de Leópolis que Washington espera tener a sus diplomáticos de vuelta en Kiev para fines de mayo.