"Ya no habrá una guardia presidencial, no hay razón para ello, no es necesario".
Con esas palabras anunció el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim, en televisión la disolución del cuerpo de élite encargado de velar por la seguridad del mandatario, Recep Tayyip Erdogan.
Con la decisión el régimen turco da un paso más en la purga que empezó tras el intento de golpe de Estado del viernes 15 de julio.
Y es que, al menos 283 de los 2.500 miembros de la guardia presidencial fueron detenidos después el levantamiento.
Los arrestados formaban parte del grupo que entró en la cadena estatal TRT durante el golpe, dijo Yildirim.
Este grupo obligó a un presentador a leer un comunicado que declaraba la ley marcial y el toque de queda la semana pasada.
El jefe de gobierno turco añadió que 13.002 personas fueron detenidas, entre ellas 1.329 agentes de policía, 8.831 soldados, 2.100 jueces y fiscales y 689 civiles.
Un total de 5.837 permanecen detenidos, entre ellos 3.718 soldados y 123 generales.
El miércoles fue declarado el estado de emergencia, lo que permite al presidente y a su gabinete pasar por alto el parlamento para elaborar nuevas leyes que restrinjan o suspendan derechos y libertades.
Además, este sábado Erdogan extendió a 30 días el periodo que le permite al gobierno mantener arrestados sin cargos a sospechosos de haber participado en el levantamiento.
El régimen turco acusa a Fethullah Gulen, un clérigo que fuera en su día aliado de Erdogan y que vive hoy autoexiliado en Estados Unidos, de estar detrás del golpe de Estado. Aunque éste lo niega.
Como consecuencia, esta semana fueron detenidos un sobrino del clérigo, Muhammet Sait Gulen, y quien las autoridades turcas describen como su "mano derecha", Halis Hanci.
Según éstas, Hanci entró en Turquía dos días antes del intento de golpe.
Son varias las voces que hasta el momento criticaron las medidas del gobierno de Erdogan, desde grupos que trabajan en defensa de los derechos humanos— Amnistía Internacional denuncia que Ankara está yendo "mucho más allá de lo que se considera legítimo en respuesta al intento de golpe—, hasta representantes de los gobiernos de Francia, Alemania y de la Unión Europea.
Ante esto, Erdogan respondió en el canal de televisión France 24 que la UE tiene "prejuicios y sesgos" para con Turquía.