AFP
Donald Trump anunció el martes el fin de un programa para formalizar temporalmente a los "Dreamers", inmigrantes ilegales llegados a Estados Unidos de niños, la mayoría de América Latina, una decisión "cruel" según el expresidente Barack Obama, y que generó encendidas reacciones.
"Tengo un amor por esta gente y espero que ahora el Congreso los pueda ayudar", dijo Trump, al comentar su revocación de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA en inglés), creada por decreto de Obama en 2012 y que la nueva administración cesará por "inconstitucional".
Unos 800.000 jóvenes, la inmensa mayoría mexicanos, pero también centroamericanos, que se benefician hoy de este permiso de estadía y trabajo por dos años, renovable, quedarán gradualmente en un limbo jurídico con la derogación del DACA, si antes del 5 de marzo de 2018 el Congreso no aprueba una ley que contemple su situación.
Trump, que reiteró tener un "gran corazón" para los "Dreamers", no explicó ante cámaras la medida, informada por el fiscal general Jeff Sessions luego de días de especulaciones, pero rápidamente la defendió en una declaración escrita.
"Nuestra primera y más alta prioridad en el avance de la reforma sobre inmigración debe ser mejorar los empleos, los salarios y la seguridad de los trabajadores estadounidenses y sus familias", dijo, pasándole la posta a los legisladores.
Obama creó por decreto el DACA luego de que el Congreso no lograra aprobar la Ley "DREAM Act", acrónimo en inglés de "Fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros", que hizo que los inmigrantes sin papeles sean llamados "Dreamers" (soñadores).
En un raro retorno a la escena política, el expresidente, que está terminando sus memorias, recordó que lo que está en juego es qué es y qué quiere ser Estados Unidos como pueblo. "Apuntar a estos jóvenes es un error, porque no han hecho nada malo. Es autodestructivo. Y es cruel", dijo en Facebook.
Si el Congreso no encuentra una solución en seis meses: "reconsideraré el caso", respondió Trump en Twitter en la noche del martes.
"Resistiremos"
México, que ha promovido la continuación del DACA, pidió una "pronta solución" jurídica para los "Dreamers" y deploró la noticia, al culminar en la capital mexicana la segunda ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que Trump amenazó con abandonar por considerarlo un "desastre" para la economía estadounidense.
De los 12 millones de indocumentados estimados en Estados Unidos, la mitad son mexicanos y unos 625.000 se acogieron al DACA, según cifras oficiales.
"Mi hija es uno de millones de jóvenes que lo único que ha hecho es luchar por tener un mejor futuro", dijo a AFP María Jiménez, mientras protestaba ante la embajada estadounidense en México por la suerte de su hija Brenda, beneficiaria del DACA y quien vive desde los dos años en Estados Unidos.
"Está totalmente devastada", señaló esta ama de casa de 40 años, deportada por la administración Trump.
El Salvador y Guatemala anunciaron que intercederán ante el Congreso estadounidense.
"Es muy injusto que de la noche a la mañana se nos vaya a arrebatar el sueño de nuestras manos", dijo a AFP Jessica Colotl, una mexicana de 29 años que le puso cara a los "Dreamers" en 2010 por conducir sin licencia y quedar al borde de la expulsión.
Desde California, donde vive la mayor cantidad de beneficiarios del DACA, a la capital Washington, las protestas contra Trump se sucedían.
"No nos mandarán de nuevo a las sombras. Resistiremos, somos fuertes", dijo Greisa Martínez Rosas, activista de la ONG "United We Dream".
"Un día triste"
Grandes empresas de Silicon Valley, como Facebook, Apple, Microsoft y Google, también condenaron que se haya animado a los "Dreamers" a salir de las sombras para castigarlos así.
"Es un día triste para nuestro país", dijo el cofundador y presidente de Facebook, Mark Zuckerberg, en un mensaje en la red social.
El presidente de Apple, Tim Cook, se mostró "profundamente consternado" por el anuncio, que afecta a más de 250 de sus empleados, y dijo que presionará en el Congreso por una ley que proteja a esos extranjeros.
Texas, que lideró una coalición de 10 estados conservadores que amenazaba con demandar al gobierno federal sino revocaba el DACA, dijo que retiraba una demanda de 2015 en la que se iba a basar para cumplir su advertencia.
Empresarios y políticos demócratas y republicanos urgieron en los últimos días al presidente a no terminar el DACA, advirtiendo contra el impacto negativo en la economía y en la defensa de los valores estadounidenses.
Dos senadores, el republicano Lindsey Graham, y el demócrata Dick Durbin, exigieron el martes que el debate sobre este tema comience lo antes posible.
"No es posible que estos chicos sean víctimas de un proceso político disfuncional", dijo Graham, enfatizando la necesidad de actuar rápidamente para evitar deportaciones.
En Texas, en tanto, lloraban a Alonso Guillén, de 31 años, un beneficiario del DACA que se ahogó socorriendo a los damnificados por las masivas inundaciones en Houston la semana pasada.