AFP
El presidente estadounidense Donald Trump invitó el sábado a su homólogo filipino Rodrigo Duterte a Washington en una "amistosa" llamada telefónica, en la que discutieron la "amenaza" de Corea del Norte, informó la Casa Blanca.
"Fue una conversación muy amistosa, en la cual los dos gobernantes discutieron las preocupaciones de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) sobre la seguridad regional, incluida la amenaza de Corea del Norte", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Ambos mandatarios también "discutieron el hecho de que el gobierno filipino está luchando muy duro para librar a su país de las drogas, un flagelo que afecta a muchos países en todo el mundo", añadió.
El presidente filipino, conocido por su lenguaje soez, ha fustigado sin cesar las críticas a su guerra contra las drogas, que Amnistía Internacional y otros grupos de derechos humanos han advertido que puede constituir un crimen contra la humanidad.
Duterte calificó el año pasado al entonces presidente Barack Obama como "hijo de puta" por criticar la guerra contra las drogas y el mes pasado tildó de "locos" a los parlamentarios europeos por emitir una declaración condenando las muertes más de 5.000 personas en esa campaña antidrogas.
La Casa Blanca dijo que Trump "disfrutó la conversación" con Duterte y espera asistir a las cumbres de Estados Unidos-ASEAN y del Sudeste de Asia en Filipinas en noviembre.
"El presidente Trump también invitó al presidente Duterte a la Casa Blanca para discutir la importancia de la alianza entre Estados Unidos y Filipinas, que ahora se dirige en una dirección muy positiva", indicó.
En el último tiempo ha habido preocupación sobre los esfuerzos de Duterte para aflojar la alianza de larga data de Filipinas con Estados Unidos mientras corteja a China.
El vicepresidente estadounidense Mike Pence había anunciado a principios de este mes que Trump asistiría a las reuniones asiáticas como un signo de "compromiso inquebrantable" con esa región.