Trump dijo durante su visita este jueves a Río Grande que "gran parte de la criminalidad de nuestro país ingresa por aquí". Un oficial comentó al presidente de Estados Unidos que un mayor porcentaje de las detenciones que han tenido lugar en las últimas semanas son de personas que no proceden de México o Centroamérica, sino de países como Pakistán, China e India. A lo que Trump respondió: "No importa si es de acero o de cemento. Necesitamos una barrera".
Trump promueve en la frontera texana su idea del muro con México, después de que ayer fracasaran sus negociaciones con los demócratas sobre este tema. Varios cientos de personas llevaron a cabo una protesta previa a la llegada del presidente estadounidense al aeropuerto del sur de Texas.
A su llegada, el mandatario insistió en una idea que lleva repitiendo como un mantra desde los tiempos en que hacía campaña en Venezuela: "México pagará por el muro". "No lo hará con un cheque", aclaró Trump, "sino de forma indirecta a través del magnífico acuerdo comercial al que hemos llegado con México y Canadá".
Protestas por el "shutdown"
Mientras, miles de trabajadores federales protestaron en diferentes ciudades de Estados Unidos para reclamar el fin del cierre de la Administración, que lleva 20 días parcialmente paralizada debido a las diferencias políticas sobre el muro con México entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y la oposición demócrata.
"Miles de estadounidenses que trabajan arduamente están siendo excluidos de sus puestos de trabajo por ninguna otra razón que la política del miedo. ¡Vergüenza de Senado! ¡Vergüenza de Casa Blanca!", exclamó Richard Trumka, el presidente de AFL-CIO, la mayor plataforma sindical del país, ante cientos de empleados públicos.
Varios centenares se concentraron hoy enfrente de la Casa Blanca para pedir a Trump que reabra la Administración, con pancartas en las que se podía leer mensajes como "Quiero volver a trabajar" o "Congreso: haz tu trabajo y así podemos hacer el nuestro".