AFP

El presidente Donald Trump debe pronunciarse este martes sobre la continuidad de un programa de su predecesor Barack Obama que permitió residir y trabajar a 800.000 jóvenes traídos ilegalmente a Estados Unidos de niños, la gran mayoría de América Latina.

Estos inmigrantes indocumentados, plenamente integrados a la sociedad estadounidense y que poco conocen su país de nacimiento, están en vilo ante la posibilidad de que el mandatario republicano derogue el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), instaurado en 2012.

Obama creó por decreto este plan que otorga un permiso de dos años, renovable, para formalizar la situación de estos jóvenes, ante la imposibilidad de que el Congreso aprobara una norma que contempla estos casos, la Ley DREAM, acrónimo en inglés de "Fomento para el progreso, alivio y educación para menores extranjeros". 

De ahí que estos inmigrantes sin papeles, de los cuales cerca de 800.000 se acogieron al DACA, según cifras oficiales, se los conozca como 'Dreamers'.

Trump, que asumió en enero pasado determinado a cumplir sus promesas electorales de combate a toda inmigración ilegal, habría decidido este fin de semana acabar con el DACA tras un periodo de gracia de seis meses, informó el lunes el sitio web Politico.

Según este portal informativo, ese plazo es para dar tiempo al Congreso para crear un plan alternativo para los 'Dreamers'. 

El fiscal general Jeff Sessions, conocido por sus posturas antiinmigrantes, habría instado al presidente a pasarle la posta al Congreso en este tema, por considerar que dictar normas sobre migración le compete más que al Ejecutivo.

El diario The New York Times también reportó que Trump evaluaba seriamente terminar el DACA, pero funcionarios advirtieron que el presidente podía cambiar de opinión.

Con "gran corazón" 

Trump ha dicho que esta decisión es una de las más díficiles que debe tomar y prometió tratar a los 'Dreamers' con un "gran corazón" 

"Amamos a los 'Dreamers'", dijo el viernes desde el Salón Oval, cuando fue consultado al respecto por periodistas, sin ahondar más.

Trump está presionado para decidir sobre los 'Dreamers' luego de que líderes republicanos de 10 estados, encabezados por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, dieran al mandatario plazo hasta este martes 5 de septiembre para poner fin al DACA o, de lo contrario, demandarán al gobierno federal.

Según estos republicanos, el programa es un abuso del Ejecutivo. Para ellos, sólo el Congreso puede otorgar una amnistía tan vasta a un grupo de inmigrantes indocumentados.

Pero en filas de su propio partido, Trump también ha sido advertido contra cancelar el programa, lo cual crearía muchas incertidumbres legales y económicas y dejaría a los 'Dreamers' pasibles de ser expulsados.

"Nosotros, como estadounidenses, no responsabilizamos legalmente a los niños de las acciones de sus padres", dijo el lunes en un comunicado el senador republicano James Lankford.

"No creo que deba hacer eso", declaró el viernes otro republicano, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, compasivo hacia quienes "no conocen otro hogar" que Estados Unidos y llamando a buscar "una solución legislativa".

"Tener una vida" 

La voces en contra no sólo han sido políticas. Muchos ejecutivos de alto perfil, en particular del Silicon Valley se manifestaron en contra el fin de semana, tras una carta publicada el viernes que daba cuenta del alto costo de devolver a la informalidad a los 'Dreamers'.  

El fundador de Facebook Mark Zuckerberg cambió su perfil en la red social el sábado, agregando un simple mensaje a su foto con la etiqueta: "#Aquí para quedarme - Yo apoyo el DACA". 

El presidente de Apple, Tim Cook, también dio un fuerte espaldarazo a los 250 colegas en la empresa que son 'Dreamers'. 

"Estoy con ellos. Merecen nuestro respeto como iguales y una solución enraizada en los valores estadounidenses", tuiteó.

Horas antes de conocerse la decisión de Trump, muchos recordaban en Twitter las palabras de Jessica Colotl, que le puso cara de los 'Dreamers' en 2010 por conducir sin licencia y quedar al borde de la deportación.

"El DACA me ayudó a tener una vida en la comunidad en la que crecí. Me permitió planear un futuro. Lo único que quiero es la oportunidad de seguir trabajando para ese futuro", escribió hace unas semanas esta joven nacida en México. 

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