El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este miércoles que "el negocio de las drogas ha crecido un 50%" en Colombia desde que el mandatario colombiano, Iván Duque, llegó al poder en 2018, y acusó a ese país, junto a Honduras, Guatemala y El Salvador, de enviar a propósito a sus criminales a Estados Unidos.
Trump se planteó también enviar más militares a la frontera con México, después de escuchar las historias de ciudadanos de Texas sobre casos de indocumentados que "mueren durante la caminata" una vez que la cruzan y entran en Estados Unidos.
"Voy a tener que llamar a más militares", afirmó Trump en un acto de recaudación de fondos para su campaña electoral en San Antonio (Texas). El mandatario no dio más detalles sobre ese posible plan y recordó que los militares estadounidenses "no pueden actuar" en la frontera "como podrían actuar (otros) militares", porque una ley prohíbe que se involucren en tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
"No tengo dudas de que Honduras, Guatemala, El Salvador y Colombia (...) los están mandando a Estados Unidos porque no los quieren, porque creen que la gente de Estados Unidos es estúpida y los reciben", dijo Trump.
"Están mandando a verdaderos asesinos porque no quieren a las pandillas, así que las envían a nuestro país", subrayó Trump en referencia a esos países, entre los que por primera vez incluye a Colombia.
El presidente estadounidense también criticó a Duque a finales de marzo, cuando aseguró que ahora "están llegando más drogas" a Estados Unidos que antes de que él asumiera la Presidencia. "(Los que vienen de) Colombia, Guatemala, Honduras, son gente mucho más dura, son más peligrosos. Esos países están enviando a los más duros, están enviando a los pandilleros", aseguró Trump.
Esa declaración de Trump contrasta con el discurso inicial de su campaña electoral, en 2015, cuando arremetió específicamente contra los inmigrantes mexicanos y les llamó "violadores" y "criminales". Pero Trump ha suavizado su discurso hacia México en la última semana, al considerar que el país vecino estaba haciendo un "buen trabajo" a la hora de deportar a indocumentados centroamericanos en su frontera con Guatemala.