Aranceles suplementarios sobre miles de millones de dólares en productos chinos entraron en vigor este domingo en Estados Unidos, mientras el presidente Donald Trump se muestra determinado a conseguir un acuerdo comercial con Pekín.

Esos aranceles adicionales de 15% recaerán sobre una parte de unos 300.000 millones de dólares en bienes chinos importados que hasta ahora no habían sido penalizados. Esos nuevos gravámenes rigen desde las 00H01 locales (04H01 GMT).

Trump, en campaña para un segundo mandato, desestimó las numerosas advertencias por las potenciales repercusiones negativas de esta medida sobre la economía y los mercados.

Los productos alcanzados incluyen alimentos como ketchup, cortes de carne vacuna, salchichas, frutas, legumbres, leche, quesos, especias y helados.

También se aumentarán los aranceles a artículos deportivos como palos de golf, tablas de surf o bicicletas, así como los que afectan a instrumentos musicales, vestimenta deportiva, vajilla, muebles y hasta sillas para niños, de acuerdo con la lista oficial divulgada el viernes.

Según economistas del Peterson Institute for International Economics, un centro de reflexión de Washington, los nuevos aranceles afectaran a bienes por unos 112.000 millones de dólares, que se agregan a los más de 250.000 millones de dólares de productos chinos que ya han sido penalizados con gravámenes adicionales.

Una ronda final de nuevos aranceles, prevista para el 15 de diciembre, significaría que sobre fin de año la totalidad de las importaciones que provienen de China (unos 540.000 millones de dólares, si se toma en cuenta el monto de 2018) quedarán penados. 

La respuesta de Pekín prevé aumentar las tarifas aduaneras sobre 75.000 millones de dólares de productos estadounidenses.

Una postergación de la medida estadounidense es altamente improbable, sobre todo luego de que Trump descartó esa eventualidad el viernes por la noche durante una conversación con periodistas.

Sin embargo, el mandatario aseguró que se habían realizado contactos entre Washington y Pekín.

"No puedo decir nada pero estamos hablando con China", dijo. "Hay reuniones programadas, se están haciendo llamadas", dijo. 

"Yo supongo que la reunión de septiembre se mantiene en pie. No se ha cancelado. Veremos qué es lo que pasa", agregó.

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