AFP

El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió este miércoles a Corea del Norte que "no subestime" la determinación de Estados Unidos y de sus aliados e instó a Pyongyang a abandonar su programa nuclear. 

"No nos subestimen", dijo Trump en un discurso pronunciado ante el parlamento de Seúl. 

"Todas las naciones responsables deben unir sus fuerzas para aislar al brutal régimen de Corea del Norte", pidió Trump. "No se puede apoyar, no se puede suministrar, no se puede aceptar", dijo en referencia a China y a Rusia. 

En sus palabras advirtió que no dejará que "las ciudades estadounidenses sean amenazadas con la destrucción". "Llegó el tiempo de la fuerza", dijo el presidente estadounidense. 

En su discurso, Trump calificó al régimen de Pyongyang como una "cruel dictadura", pero ofreció al líder norcoreano Kim Jong-Un "un camino hacia un futuro mejor". 

"Las armas con las que ustedes se están haciendo no les darán más seguridad", dijo Trump en su discurso. "Están poniendo a su régimen ante un grave peligro"

"Sin embargo, pese a todos los crímenes cometidos contra Dios y el hombre", agregó, "nosotros les vamos a ofrecer un camino hacia un futuro mejor". 

Trump le dijo a Kim: "Corea del Norte no es el paraíso con el que soñaba su abuelo. Es un infierno que nadie merece".  

'Bastante frustrado' 

En la mañana, Trump fue obligado a suspender un intento de visita sorpresa a la Zona Desmilitarizada que divide la península de Corea debido al mal tiempo, lo que lo dejó "bastante frustrado", dijo la Casa Blanca. 

En un documento, se había informado antes del viaje que el mandatario no visitaría la zona pero Trump dejó su hotel en Seúl en la mañana temprano y abordó un helicóptero en la base militar de Yongsan, pero fue obligado a dar marcha atrás. 

El desplazamiento a esta zona es habitual en la agenda de los presidentes estadounidenses que visitan el país, donde los soldados de Seúl y los de Pyongyang se sitúan frente a frente a lo largo de la franja de seguridad marcada por bloques de concreto y casetas azules.

El presidente surcoreano, Moon Jae-In, había volado con anterioridad, antes de que el tiempo empeorara, por lo que se quedó esperando ante la frontera, una zona llena de alambradas, sembrada de minas y barreras antitanques, según medios. 

Los periodistas que acompañan al presidente estadounidense fueron convocados antes de lo previsto el miércoles y la secretaria de prensa, Sarah Huckabee Sanders, les dijo "Aquí es donde vamos" y les mostró un papel que decía "DMZ". 

El helicóptero de Trump, Marine On, despegó de Yongsan pero tuvo que volver debido al mal tiempo. Esperaron durante casi una hora que las condiciones mejoraran, pero el tiempo empeoró más y el viaje fue cancelado. 

"La verdad es que está bastante frustrado", dijo Sanders. 

Sanders dijo que estaba previsto que el presidente surcoreano, Moon Jae-In, se encontrara con Trump en la franja de seguridad, lo que según Sanders, sería "un momento histórico", ya que nunca un presidente estadounidense ha visitado junto al jefe de estado surcoreano la zona. 

"El esfuerzo muestra la fortaleza y la importancia de la alianza entre ambos países", dijo la funcionaria.

Según la agencia surcoreana Yonhap, que citó fuentes presidenciales, Moon propuso la visita conjunta a Trump durante su encuentro del martes.  

'Encontraremos una solución'

El martes, en la rueda de prensa con Moon, el martes Trump reafirmó que estaba dispuesto a usar la potencia del ejército estadounidense para impedir que Corea del Norte alcance sus objetivos nuclear y balístico. 

Sin embargo, tampoco cerró la puerta a las negociaciones. "Tiene sentido que Corea del Norte acuda a la mesa para obtener un acuerdo que sea bueno para los norcoreanos y el mundo", dijo. 

"Al final, encontraremos una solución" al problema norcoreano, dijo Trump en su primer acto en el país, una visita a Camp Humphreys, cuartel general de los 28.500 militares estadounidenses estacionados en Corea del Sur, situado a unos 90 km al sur del Seúl.

Este realizó en septiembre su sexto ensayo nuclear, el más poderoso hasta la fecha, y probó varios misiles capaces de alcanzar el territorio estadounidense.

Pero la crisis también se vio alimentada por las declaraciones y los insultos que se dedicaron Trump y el dirigente norcoreano.

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