Un tribunal regional de Alemania juzga a partir de este martes al expresidente de Volkswagen Martin Winterkorn por su responsabilidad en el escándalo "dieselgate", que hace nueve años hundió al fabricante de automóviles en una grave crisis.
El grupo alemán admitió en 2015 que había instalado un software para manipular los niveles de emisiones en millones de vehículos en el mundo, desencadenando uno de los mayores escándalos industriales en la historia reciente del país.
Winterkorn se enfrenta a varios cargos, entre ellos el de fraude por el uso los llamados dispositivos de desactivación, que hacían que los coches parecieran menos contaminantes en las pruebas de laboratorio de lo que eran en la carretera. En caso de condena, puede ser encarcelado hasta diez años.
Poco después del estallido del escándalo, el empresario dimitió como presidente del grupo Volkswagen (que también incluye marcas como Porsche, Audi, Skoda o Seat).
Los intentos de llevarlo a juicio habían fracasado hasta ahora.
En 2021 debería haberse sentado en el banquillo de los acusados junto a otros ejecutivos de Volkswagen, pero las acusaciones contra él se separaron de la causa principal y se aplazaron debido a su frágil salud.
Sin embargo, un tribunal regional de la ciudad de Brunswick, cerca de la sede histórica de Volkswagen en Wolfsburgo, anunció a principios de año que el juicio contra él se celebraría finalmente este mes.
Desde entonces re-emergieron preocupaciones sobre la salud del exejecutivo de 77 años, que según la prensa se sometió a una cirugía a mediados de junio, y las dudas sobre si podrá aguantar el largo juicio previsto hasta mediados de 2025.