Por AFP/T13.cl
Al menos tres palestinos murieron este viernes en enfrentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este entre las fuerzas israelíes y los manifestantes que protestan por las nuevas medidas de seguridad para acceder a la Explanada de las Mezquitas.
"Un palestino murió por disparos en el corazón", dijo el ministerio palestino de Sanidad, explicando que el incidente tuvo lugar en Abu Dis, en la Cisjordania ocupada.
Poco antes la misma fuente anunció la muerte de otros dos personas en circunstancias similares, una en el barrio de Ras al Amud (cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén) y otra en la zona de A-Tur (Jerusalén Este).
Además, se han informado más de un centenar de heridos, que algunos medios han cifrado en alrededor de 100 y otros hasta 400.
La policía israelí prohibió este viernes a los hombres menores de 50 años y a las mujeres de cualquier edad acceder a la Ciudad Vieja de Jerusalén y a la Explanada de las Mezquitas, impidiendo que participaran en la oración musulmana del viernes en un contexto de fuerte tensión por este lugar venerado.
La Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la Cúpula de la Roca y la mezquita Al Aqsa, está situada en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el sector palestino de la ciudad santa cuya anexión por Israel nunca fue reconocida por la comunidad internacional.
Los palestinos denuncian desde el domingo la instalación de detectores de metal en las entradas al lugar santo, una decisión de Israel luego tras un ataque contra policías israelíes el 14 de julio.
Esta medida aumenta el temor de los palestinos de que Israel tome el control exclusivo del tercer lugar santo del islam, un sitio también venerado por los judíos con el nombre de Monte del Templo.
Desde entonces los palestinos decidieron no acudir a la Explanada y llevar a cabo la oración en la Ciudad Vieja.
Las protestas por la medida llegaron hasta Jordania, donde más de 8.000 personas se manifestaron este viernes en Ammán y otras ciudades del país. "¡Con nuestra alma y nuestra sangre nos sacrificaremos por tí, Al Aqsa!", gritaban los manifestantes en referencia a la mezquita situada en la explanada.
Aunque la gestión está oficialmente en manos de Jordania, guardiana de los lugares santos musulmanes en Jerusalén, Israel controla el acceso a la explanada, un lugar que cristaliza desde hace décadas las tensiones entre Israel y los palestinos.
Enfrentamientos a diario
Esta semana hubo enfrentamientos casi diarios con la policía israelí y en los días previos a la gran oración del viernes, la prensa israelí afirmó que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu barajaba la posibilidad de retirar los detectores para evitar incidentes.
Sin embargo, tras consultar con las fuerzas de seguridad y con el gabinete de seguridad, Netanyahu decidió mantener los detectores de metales.
El gabinete "dio a la policía la autoridad para tomar las decisiones necesarias para permitir el libre acceso a los lugares santos, garantizando al mismo tiempo la seguridad y el orden público", indicó el viernes un responsable israelí.
La policía israelí indicó igualmente haber reforzado sus efectivos en la Ciudad Vieja con unidades "movilizadas en todos los sectores y barrios".
El ejército anunció el jueves el despliegue de cinco batallones adicionales en Cisjordania ocupada para contener posibles incidentes.
En varias ocasiones Netanyahu afirmó que Israel no tiene la intención de modificar las reglas del actual statu quo en la explanada, que establece que los musulmanes pueden acudir allí a cualquier hora y los judíos entrar sólo en determinadas horas del día pero sin poder rezar.
"Israel se compromete a mantener el statu quo en el Monte del Templo y la libertad de acceso a los lugares santos", indicó el viernes el responsable israelí