La muerte de tres huéspedes con una diferencia de cinco días se produjo en las habitaciones de un hotel en la paradisiaca costa de Punta Cana, en República Dominicana. Tres ciudadanos estadounidenses perdieron la vida, a fines de mayo y su fallecimiento aún no está aclarado del todo.

El primer deceso fue el de Miranda Schaup-Werner, de 41 años, que se produjo el 25 de mayo. La mujer había llegado al Caribe junto a su esposo Dan con quien estaba compartiendo cuando comenzó a sentir un malestar. "Estaba ahí, feliz, haciéndose fotos. Al rato le entró un dolor horrible, avisó a Dan y falleció", contó a medios de Pensylvannia Jay McDonald representante de la familia.

Según contó McDonald, la mujer se comenzó a sentir mal después de tomar una bebida del minibar de la habitación. Schaup-Werner fue auxiliada por personal del hotel, sin embargo, no pudieron salvarla.

Las instituciones médicas y policiales encargadas de las pericias aseguran que la mujer murió de un infarto al corazón, mientras que, desde el hotel se toman de esta versión y refuerzan que fueron informados por “el Sr Werner” que la mujer tenía antecedentes de “padecimientos cardiacos”.

Cinco días más tarde, los empleados del resort Bahía Príncipe encontraron muertos, sin signos de haber sufrido violencia, a una pareja. Las personas fueron identificadas como Edward Holmes y Cynthia Day, quienes debían abandonar el hotel y como no habían marcado su salida, los funcionarios ingresaron a su habitación.

Holmes de 63 años y Day de 49, también eran ciudadanos estadounidenses y debían haber regresado a su país el mismo 30 de mayo que fueron encontrados sin vida.

Según la autopsia, ambos murieron debido a insuficiencia respiratoria y un edema pulmonar. La Procuraduría General Pública de República Dominicana informó que en el lugar también se encontraron varios frascos de medicamentos.

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