Tonga, un pequeño archipiélago en el océano Pacífico, detectó su primer caso de COVID-19 desde el inicio de la pandemia hace casi dos años y se plantea confinar su isla más poblada, indicó el sábado su primer ministro.
Este minúsculo reino con apenas 106.000 habitantes figuraba entre los raros países del mundo que habían escapado del nuevo coronavirus.
La persona que dio positivo se encontraba en cuarentena en la isla de Tongatapu, donde se concentra casi toda su población, tras volver a Tonga en un vuelo de repatriación desde Nueva Zelanda.
El primer ministro Pohiva Tuionetoa evocó la posibilidad de decretar un confinamiento en esa isla, aunque no sería inminente durante este fin de semana.
"Deberíamos usar este tiempo para prepararnos en caso de que se confirme más gente con el virus", indicó.
La persona infectada había recibido la segunda dosis de la vacuna anticovid a mediados de octubre, según las autoridades sanitarias.
El ministerio de Salud de Nueva Zelanda informó que el paciente había dado negativo antes de embarcar en el avión en la ciudad de Christchurch, donde solo hay cuatro casos conocidos de COVID-19, todos en un mismo hogar.